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 APRECIACIONES A LA OBRA DE DOMINGO IBARRA: HISTORIA DEL TOREO EN MÉXICO. TERCERA ENTREGA.

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RECOMENDACIONES y LITERATURA.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Por lo que se va observando hasta aquí, ello permite entender a un Domingo Ibarra crítico de las circunstancias que privaban en la época que le toca ser testigo presencial, misma en la que ocurren infinidad de festejos cuyo desarrollo ocasionó diversas reacciones de rechazo o repugnancia. Bien vale separar las posturas personales que podrían haber influido en lectores contemporáneos o posteriores a su obra, pues de lo que se trata aquí es separar la posible manipulación lingüística donde se deja notar su desaprobación, la cual se sustenta en la “tortura”. De esto ha escrito con acierto algunas cosas José Morente en su blog: “Larazónincorpórea.blogspot.mx) en el sentido de explicar que “Términos como tortura no deberían ser utilizados fuera de contexto pues con eso sólo se consigue banalizar la gravedad de la tortura real (la que se produce contra un ser humano indefenso). Tampoco debería ser objeto de utilización o manipulación política.[1]

IBARRA_p. 6-7

    En páginas como la 6 y la 7 de la obra de Ibarra, y recuperado el hilo conductor de sus propósitos, menciona la presencia masiva de plazas de toros cuya construcción comenzó con la de San Rafael, inaugurada el 20 de enero de 1887, a la cual le siguieron otras tantas, hasta el punto de alcanzar a ser ocho, levantadas entre 1887 y 1888. Pero para escribir de plazas nada mejor que citar algunos antecedentes, los cuales remonta hasta la presencia de la plaza del Volador, la cual, entre diversos comportamientos estuvo presente en el espacio que actualmente ocupa la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y cuyas más antiguas noticias datan de 1580. La del Volador, todavía funcionó hasta el año de 1815, justo cuando su maderamen pasó a integrarse a otra plaza que ya acumulaba un historial muy particular. Me refiero a la Real Plaza de toros de San Pablo. Dice al respecto Domingo Ibarra que ésta última contaba con tres pisos, un cercado de piedra, y del mismo material el palco donde asistía la autoridad. Evoca la presencia de un famoso toro llamado “Chicharrón”, del cual no menciona su procedencia exacta ni tampoco la fecha,[2] pero sí apunta que este sería toreado por “un diestro caporal venido de una de las haciendas del interior, y que tenía el apodo de Caparratas de quien lamentablemente no hay mayor información, y cuyo perfil encaja en el de otro personaje que 70 años más tarde haría las delicias de muchos aficionados a la fiesta taurina. Me refiero a Ponciano Díaz.

   el resultado para tanta expectación fue de desilusión, y el famoso Chicharrón no fue sino un “buey de carreta”, lo que para la época representó un modelo que hizo suya la política, pues un personaje como José Joaquín Fernández de Lizardi lo incorporó a sus “Alacenas de Frioleras” como emblema de una supuesta maravilla que al final se convierte en un fraude, síntoma que tiene mucho parecido precisamente en el territorio de quienes detentan el arte de la política, tema del que se ocupó frecuentemente el “Pensador Mexicano” en sus incontables textos.

   Ibarra, compara el hecho con la expectación que causó la presentación de Luis Mazzantini, el 16 de marzo de 1887, la cual trajo consigo la consigna de “tarde expectación, tarde de desilusión”, pues aquello fue el escándalo más notorio que hasta entonces había ocurrido en una plaza de toros. Aquella ocasión, el de Elgóibar lidiaba un encierro de Santa Ana la Presa, una de esas haciendas que hoy denominaríamos como del “agarradero”, es decir sin el reconocimiento testimonial de un trayecto, sino más bien de un espacio que pudo haber tenido en sus potreros ganado de media casta o algo parecido, pues en el ruedo resultó ser una mansada de solemnidad, lo que devino en gran bronca y una parcial destrucción de la plaza de toros de San Rafael, donde ocurrieron los hechos. Las crónicas hablan de que Mazzantini salió escoltado por la policía hacia la estación central del ferrocarril, con objeto de salir de la ciudad, pero en esos momentos no valieron ni la policía ni nada que protegiera a don Luis del desacuerdo popular, traducido en gritos, insultos y el lanzamiento de objetos en su camino. Al llegar a los andenes de aquella estación, todavía vestido de luces, se cuenta que tomó una zapatilla, y sacudiéndola con desdén sentenció: “¡De México, ni el polvo…!” Claro, la prensa hizo de la misma frase todo un disfrute de sus descargas plumíferas, pues no hubo quien dijera: “¿Pero qué tal las talegas de dinero?”

   En un nuevo segmento, Ibarra se ocupa del caso en que la plaza de toros de San Pablo fue intencionalmente incendiada por algunos fanáticos que detestaban el espectáculo, o estaban en contra de las intenciones del empresario. De igual forma también refiere algunos aspectos de la Plaza Nacional de Toros, de la que saldrán a flote algunas ideas párrafos más adelante. El hecho es que hasta Carlos María de Bustamante, declarado antitaurino escribió en su “Diario Histórico de México” apuntes relativos a aquellos acontecimientos, de ahí que me permita traer hasta aquí algunas notas mías alusivas al caso.

 OPINIÓN QUE TUVO DE LOS TOROS CARLOS MARÍA DE BUSTAMANTE.

    Al anuncio de la coronación de Agustín de Iturbide, como Agustín I, no podían faltar las corridas de toros, de las que apenas existen algunas evidencias, contadas por la pluma de uno de los más importantes historiadores de aquel momento: Carlos María de Bustamante.

   El “libertador” de México y la primera cabeza del Estado independiente de este país (primero como presidente de la regencia, luego como emperador), gobernó desde septiembre de 1821 hasta marzo de 1823, ciclo de los más fascinantes de la historia de México, puesto que en ese lapso enfrentó el reto de crear un gobierno y forjar una nación a partir de un vasto territorio que hasta entonces había sido una colonia de España, un territorio al que también se sumaba Centroamérica. Luego de la emancipación, el problema fundamental de México estaba fincado en cómo organizarse a sí mismo como una entidad separada, asunto este que se encontraba en manos -fundamentalmente- de nuestro personaje. Sin embargo, Iturbide fue un fenómeno que no merece el estatus de no-persona. Tanto él como su imperio no son populares y hacia ambas figuras el odio popular fue sintomático. Finalmente, era un hombre de carne, hueso y espíritu, pero el pueblo y las figuras más importantes del ambiente político -Bustamante entre ellas-, lo atacaron de tal forma que acabaron destruyéndolo.

   En esta breve revisión que nos sirve para conocer el perfil de aquel periodo, vayamos ahora a conocer lo que Bustamante escribió en su Diario Histórico de México, larga reseña de varios años y de la que apenas se ha publicado lo escrito de diciembre de 1822 a diciembre de 1825. Otros cuarenta volúmenes aproximadamente, permanecen inéditos en una biblioteca zacatecana. La primer nota de tinte taurino, escrita por Bustamante -que tiene un carácter severamente crítico, puesto que el historiador mexicano no era aficionado y hasta repudiaba el espectáculo-, aparece el sábado 1º de febrero de 1823. En ella se desborda sobre los acontecimientos cotidianos que narra de la siguiente manera:

    Llegamos al tercer mes de la tercera revolución; quisiera abrir la escena dándote, hermana muy querida, una sinfonía tan alegre, como la que precede a la ópera del Barbero de Sevilla; pero no es dado a mi lira, ni tampoco a mi pincel trazarte un cuadro divertido; sin embargo, tu imaginación muy apta para fingirse monos, podrá trasladarse hasta la plaza de toros de México (ubicada en la ahora Plaza de la Constitución, y a un costado de la estatua de Carlos IV), que verá presidida de un Emperador por la Divina Providencia (si tal puede llamarse la voluntad del sargento Pío Marcha, Marqués del Bodegón, Conde S. Pedro del Alamo y chusma de borrachos del barrio del Salto del Agua), más gordo y cebón que un gato viejo del refectorio… porción de banderilleros y picadores, puestos de hinojos ante su Majestad Imperial implorando su bendición; no de otro modo que los hidalgos de Castilla, de los días de Sancho el Bravo, prestaban pleito homenaje; o sea como un Provincial del Carmen a quien saludan diciéndole su fraile: Benedicite… y él les responde, con gentil continente y gran mesura: id en paz… Tal es, pues, la escena que ha visto la gran México en estos días y que ha arrancado lágrimas a corazones sensibles, precisándolos a decir con un romano: ¡Oh! pueblo inmoral, encenegado en la apestosa cuitla (cuitla en idioma mexicano equivale a suciedad) de los vicios, formados en la escuela de los españoles, ¿cómo toleráis esta escena de ignominia?… ¡Ah!, mientras esto pasa a vuestra vista, los Bravos, los Guerreros, los Castros, los Espinosas, los Santa Anna, los Victorias y los Gómez, sostienen los derechos de vuestra libertad en los campos, y desafían a la tiranía cuerpo a cuerpo; esto hacen, mientras que vos, presidido de lo que llamáis nobleza magnaticia de los Leoneles y Cervantes, os humilláis a las plantas de un tirano, y quemáis vuestros inciensos ante ese ídolo de fatuidad… ¡Mexicanos! mirad el papel que representáis en la escena del mundo ilustrado! ¡conoced por estos trazos de mi torpe pluma todo el fondo de vuestra ignominia!… ¡Ah! ¡llenáos de mengua y confusión! Desaparezca México del rango de los pueblos libres… Húndase en el fondo de sus lagunas, y paseése por sobre ellas el lívido y espantoso genio de Maxtla y de Tezozomoc, de aquellos tiranos que cuatro siglos ha que la enseñorearon, y cuyo espíritu anima a sus degradados hijos… Basta de digresión y digamos que lo que está en boca de todos y de quienes sólo soy un eco.[3]

   Don Carlos representa la figura de aquellos mexicanos deseosos de nuevos destinos, su espíritu es semejante al de fray Servando Teresa de Mier. Solo que la presencia obstaculizadora de un “tirano” como Iturbide en las aspiraciones en el nuevo destino de México, inspiraron en Bustamante un ambiente de animadversión y desacuerdo que iba moldeándose en cada una de las páginas del DIARIO durante el periodo reinante de Agustín I. Por supuesto que las notas relativas al acontecimiento reseñado, dejan ver también su rechazo a la costumbre y tradición española de los toros, que pasa a ser parte de “aquellos tiranos (también) que cuatro siglos ha que la enseñorearon, y cuyo espíritu anima a sus degradados hijos…”, escuela y escena de ignominia, tremendas y pesadas razones establecidas por los hispanos.

   Al mencionar la “plaza de toros de México” se refiere, como ya nos ha dicho, a la que se instaló de 1822 a 1825 aproximadamente en el espacio imponente de la “Plaza de la Constitución”, compartiendo hasta 1823 con la famosa estatua de Manuel Tolsá, conocida popularmente como “El Caballito” en que fue enviada al claustro de la Universidad. De los pocos datos existentes al respecto del coso “efímero”,[4] y uno de ellos nos remite a la corrida efectuada el domingo 15 de agosto de 1824[5] mientras sirve como sucedánea de la plaza de san Pablo, misma que se quemó en 1821.

   Respecto a algunos datos de la Real Plaza de toros de san Pablo me encuentro con un dilema: en 1815 se reconstruyó -en una de sus permanentes rehabilitaciones-, a partir del maderamen que dejó disponible el desmantelamiento de la plaza del Volador, ocurrido un año atrás. Al parecer en abril de 1821 sufre un incendio y no se sabe más noticia que hasta su nueva reinauguración, en 1833. Bustamante aporta un dato interesante:

 Domingo 4 de enero de 1824 (Bello tiempo).

   Esta tarde ha habido una excelente corrida de Toros en la Plazuela de S. Pablo, cuios productos serán aplicados al reparo de la Plaza mayor. La función ha estado muy concurrida.[6]

    Es decir, el Ayuntamiento interesado en la continuidad del espectáculo o algún asentista de la época se propusieron remozar el coso y así dar continuidad a las fiestas, para permitir con ello el arreglo de la Plaza mayor misma que, seguramente, presentaba un panorama de descuido.

   Se ubicaba en la manzana formada al norte, por la Iglesia de San Pablo el Nuevo, al oriente, callejón del Topacio, hoy tercera calle del Topacio, y por el poniente, con la segunda calle de Cuevas, hoy novena de Jesús María.[7]

   Sin embargo, la Plaza Nacional de toros ¿o la de San Pablo? tuvieron un mismo destino: se quemaron. Fue el 9 de mayo de 1825, día de horrible calor, según Bustamante, que se incendió la Plaza de Toros “que la ha reducido a pavezas”. Un día después el mismo autor del Cuadro Histórico apunta:

    Mucho da que decir y pensar el incendio de la Plaza de Toros: a lo que parece se le prendió fuego por varias partes, pues ardió con simultaneidad y rapidez. ¿Quién puede haver causado esta catástrofe? He aquí una duda suscitada con generalidad, y atribuida con la misma a los Gachupines para hacerlos odiosos y que cayga sobre ellos el peso de la odiosidad y persecución, opinión a que no defiero, no por que no los crea yo muy capaces hasta de freirnos en aceyte, sino por que ellos obran en sus intentonas con el objeto de sacar la utilidad posible, y de éste ninguna sacarían. Otros creen que algún enemigo del asentista Coronel Barrera fué el autor de este atentado, y aún él mismo ministra fuertes presunciones para creerlo; en la postura a la Plaza se la disputó un Poblano tenido por hombre caviloso y enredador, y tanto como encargado por el Ayuntamiento de esta Capital de plantear la Plaza de Toros para la proclamación de Yturbide fué necesario quitarle la encomienda por díscolo: en el calor de la disputa dixo con énfasis a Barrera… Bien, de V. es la Plaza, pero yo aseguro a V. que la gozará por poco tiempo -expresiones harto significantes y que las hace valer mucho el cumplimiento extraordinario de este vaticinio. Se asegura que fueron aprendidos dos hombres con candiles de cebo: veremos lo que resulta de la averiguación judicial que se está haciendo; por desgracia no tenemos luces generalmente de Letras sino de letras muy gordas y incapaces de llevar la averiguación acompañada de aquella astucia compatible con el candor de los juicios, ni hay un escribano como aquel Don Rafael Luaro que supo purificar el robo de Dongo en los primeros días de la administración del Virey Revillagigedo de un modo que asombró a los más diestros curiales.

   En el acto del Yncendio ocurrió la compañía de granaderos del número Primero de Ynfantería la que oportunamente cortó la consumación del fuego con la Pulquería inmediata de los Pelos el que pudo haverse comunicado al barrio de Curtidores: esta tropa al mando del Teniente Coronel Borja trabajó tanto que dexó inutilizadas sus herramientas. Del edificio no ha quedado más que el Palo de en medio donde estaba la asta bandera, e incendiado en la puerta, lo demás es un cerco de ceniza que aun no pierde la figura de la plaza. Desde el día anterior se notó que en la tarde procuraron apagar con el cántaro de agua de un vendedor de dulces el fuego que aparecía en un punto de la Plaza. Dentro de ella había quatro toros vivos, y tres mulas de tyro; todas perecieron, y ni aún sus huesos aparecen. De los pueblos inmediatos ocurrieron muchas gentes a dar socorro, pues creyeron que México perecía; tal era la grandeza de la flama que se elevaba a los cielos. El daño para el asentista es gravísimo, pues a lo que parece en la escritura de arrendamiento estipuló que respondía la Plaza si pereciese por incendio u otro caso fortuito. ¡Cosa dura vive Dios! que pugna con los principios de equidad y justicia. Además tenía contratada una gruesa partida de toros para lidiar al precio de 50 pesos al administrador del Condado de Santiago Calimaya de los famosos toros de Atengo. Todo esto nos hace sentir esta desgracia, y pedir fervorosamente al cielo no queden impunes los autores de un crimen de tanta trascendencia, y que envalentonará con su impunidad a los malvados a cometer otros de la misma especie.[8]

 Por otro lado me amparo en Enrique de Olavarría y Ferrari quien nos dice:

 En cambio las lides de toros sufrieron un rudo golpe con la completa destrucción de la Plaza Nacional taurina, que en la madrugada del 9 de Mayo (de 1825) comenzó a incendiarse, cebándose las llamas en aquella enorme construcción de apolillada madera, con tal actividad, que en poco tiempo quedó reducida a cenizas.[9]

    La confusión a que se expone el presente material es que se dice que estaba en servicio la plaza de san Pablo en 1824 (justo el 4 de enero), cuando sólo sabemos que era la Plaza Nacional de Toros (1821-1825), junto a las de don Toribio y Necatitlán, las que funcionaban por aquel entonces.

   Pero el hecho de que la plaza de toros de San Pablo, junto a la Plaza Nacional de toros, don Toribio y Necatitlán dieran corridas en aquellas fechas, significa que la ciudad de México y su población, gozaban del espectáculo.

   Bien. El hecho de la mencionada “confusión” parte en el momento en que Bustamante cita la Pulquería inmediata de los Pelos (lugar donde ocurre el incendio) el que pudo haverse comunicado al barrio de Curtidores. Dicho barrio colindaba al de san Pablo mismo, según revisión hecha a plano de la época. Además Del edificio no ha quedado más que el Palo de en medio donde estaba la asta bandera ornamento que no tenía la Plaza Nacional de Toros, según grabado de la época, pero que otros si lo ilustran para la de san Pablo. Esto es, que la plaza incendiada resulta ser la de san Pablo (misma que sufrió ese accidente en 1821), inmueble que seguramente movió a fuertes disputas por su regencia, como se aprecia a la hora en que Otros creen que algún enemigo del asentista Coronel Barrera fué el autor de este atentado, y aún él mismo ministra fuertes presunciones para creerlo; en la postura a la Plaza se la disputó un Poblano tenido por hombre caviloso y enredador, y tanto como encargado por el Ayuntamiento de esta Capital de plantear la Plaza de Toros para la proclamación de Yturbide fué necesario quitarle la encomienda por díscolo: en el calor de la disputa dixo con énfasis a Barrera… Bien, de V. es la Plaza, pero y aseguro a V. que la gozará por poco tiempo -expresiones harto significantes y que las hace valer mucho el cumplimiento extraordinario de este vaticinio-.

   La Plaza Nacional de Toros también de madera, seguramente cumplió el ciclo de su vida en ese mismo 1825 -justo el 9 de mayo-, fecha que como ya vimos, nos facilita de pasada para información de su perecedera existencia; pues muchas de las plazas levantadas para celebrar corridas tenían una vida efímera al quedar inservible el material con que se construían y ambas plazas -ya desaparecidas en el mismo año- fueron sustituidas por otra que se levantó a un costado de la Alameda (en los rumbos de la Mariscala). Recordemos que en tiempos coloniales hubo alguna plaza que colindaba también con la Alameda y estaba a un lado del “quemadero” de san Diego (actualmente la Pinacoteca Virreinal). Años después, de nuevo funciona la de san Pablo (a partir de 1833), cuya vida se extenderá hasta 1864, año definitivo en que desaparece, no sin faltar otras interrupciones, como aquella de 1847, cuando la ciudad de México sufrió la invasión del ejército norteamericano y hubo necesidad de utilizar gran parte de tablas y tablones colocados en el coso para la defensa de dicha invasión. Creo que el propósito por aclarar estos datos alcanza alguna luz, luego de separar la historia de cada plaza, que, por consecuencia se juntan en un momento muy cercano.

   Esto es apenas una parte del estudio que se realiza para conocer -entre la basta obra de don Carlos- la parte taurina que se encarga de reseñarnos, aún a pesar de su rechazo totalmente declarado.

   El Diario Histórico de México reúne una serie de datos que dan idea del entorno social, político y económico del México que ya es independiente pero que vive los primeros años de dicha etapa en medio de todos los contrastes posibles. No dudo que entre los 20 años que aprehendió en dicha obra (1820-1840 aproximadamente) se encuentren otros valiosos informes de un antitaurino, pero no de un personaje consciente de su realidad actual: la de dejar registro de todo cuanto sucedía a su alrededor. Ojalá que existiera un proyecto que intente ese nuevo reencuentro iniciado por Edmundo O´Gorman hace ya buen número de años, pero que puede rescatarse si el estado apoya a algún grupo de investigadores con propósitos de publicación y estudio del resto de la citada obra.

   Con todo lo anterior dejo entrever mi interés y preocupación por estudiar otros terrenos de la historia de México, junto con otra que es la que en lo particular me compromete.

   No queda sino mencionar la enorme posibilidad de enriquecer estas visiones con otros apuntes del notable historiador oaxaqueño quien, en el resto de su obra no soslayó, aunque fuera con observaciones antitaurinas a este interesante espectáculo popular. Creo que será en otros trabajos de estas mismas características, donde el lector podrá encontrar esas otras rarezas o curiosidades, esbozadas por pluma tan significativa.

CONTINUARÁ.


[1] “Toros en Alicante (I) De Alcalá-Zamora a Pedro Sánchez [en línea], 2014, http://larazonincorporea.blogspot.mx/ [consulta: 6 de octubre de 2014]

[2] Lo cual pudo haber sucedido entre 1814 o 1815.

[3] Carlos María de Bustamante: DIARIO HISTORICO DE MEXICO. DICIEMBRE 1822-JUNIO 1823. Nota previa y notas al texto Manuel Calvillo. Edición al cuidado de Mtra. Rina Ortiz. México, SEP-INAH, 1980. 251 pp. Tomo I, vol. 1., p.123.

[4] Puede hablarse de un cambio de concepciones en cuanto a la posibilidad de hacer permanente el espectáculo en plazas que no guardan el síntoma de la permanencia-, debido a que se construyeron sus edificios a partir del apoyo de madera y nunca como posible escenario definitivo, sea este de mampostería, piedra u otros materiales.

   Se trata, en todo caso, de algo que puede ser calificado como de arquitectura efímera. Véase de Guillermo Tovar de Teresa: “Arquitectura efímera y fiestas reales. La jura de Carlos IV en la ciudad de México, 1789″. Artes de México, nueva época, Nº 1, otoño de 1988, p. 42-55.

   Otras plazas.-Sin afán de profundizar con detalles y minucias en plazas efímeras, dedicaré un poco de atención a aquellas que prestaron sus servicios de manera provisional. 

CUADRO_PLAZAS DE TOROS_BFH

Benjamín Flores Hernández: “Sobre las plazas de toros en la Nueva España del siglo XVIII”. México, ESTUDIOS DE HISTORIA NOVOHISPANA, vol. 7. (México, 1981). pp. 99-160, fots., p. 158-160.

[5] PLAZA NACIONAL DE TOROS

Domingo 15 de agosto de 1824

(Si el tiempo lo permite)

La empresa, deseando tomar parte en los justos regocijos por los felices acontecimientos de Guadalajara, no menos que en la debida celebridad del EXMO. SR. D. NICOLAS BRAVO, á cuya política y acierto se han debido, determina en la tarde de este día una sobresaliente corrida, en la que se lidiarán ocho escogidos toros de la acreditada raza de Atenco, incluso el embolado, con que dará fin.

   Con tan plausible objeto las cuadrillas de á pie y á caballo ofrecen llenar el gusto de los espectadores en cuanto les sea posible, esforzando sus habilidades.

ENTRADAS

Sombra: Con boletines que se espenderán á cuatro reales en la primera casilla

Sol: Con boletines que se espenderán á 2 reales en las casillas 7ª y 8ª, y se entregaran en la puerta.

   Las lumbreras por entero se arrendarán a cuatro pesos cada una con boletines de ocho personas en la alacena de D. Anacleto González en el portal de Mercaderes, desde el día anterior hasta la una de este, y de esta hora en adelante en la puerta principal de la misma plaza.

[6] Bustamante, Carlos Ma. de: Op. cit., T. I., Vol. 2, enero-diciembre 1824, p. 11.

[7] Lauro E. Rosell: Plazas de toros de México. Historia de cada una de las que han existido en la Capital desde 1521 hasta 1936. México, Talleres Gráficos de EXCELSIOR, 1945. 192 pp. ils., fots., p. 18.

[8] Diario Histórico de México. Enero-Diciembre 1825. Tomo III Vol. 1: p. 72-3.

[9] Enrique de Olavarría y Ferrari: Reseña histórica del Teatro en México por (…). 2ª edición, México, Imprenta, Encuadernación y papelería “La Europea”, 1895. Tomo I. 383 p., p. 222.



 EL OPORTUNISMO ESTÁ DE VUELTA.

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EDITORIAL. 

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   En los últimos días, mientras este México se despierta día a día en medio de las más descarnadas tragedias: Ayotzinapa, ausencia de derechos humanos, autoridades o policías estatales o municipales coludidas con el narcotráfico, asaltos, asesinatos… es decir un México que se nos desmorona a pedazos, salen a escena –como tienen que hacerlo siempre en estos casos y en los momentos más inoportunos-, ciertos políticos que en aras de defender una causa, tornan su presencia y su palabra en patética circunstancia de común acuerdo con la realidad.

   Pues bien, no conforme con esto, al menos dos actores políticos, Gabriela Cuevas y Jorge Emilio González Martínez, representantes del Partido de Acción Nacional y del partido Verde Ecologista de México respectivamente, saltan a la palestra para anunciar que hoy, 7 de octubre presentarán ante el senado de la república una iniciativa para crear una “Ley General de Trato Digno y Respetuoso de los Animales”.

   Lamentablemente estos dos mexicanos desconocen que el andamiaje de la cultura mexicana a lo largo de los siglos, es el resultado de una compleja asimilación que comprende la práctica, la herencia de ciertos rituales que, como el taurino ha tomado casi quinientos años para ser lo que es hoy.

INICIATIVA VS. TOROS_ALTOROMÉXICO.COM_07.10.2014

“Promueven PAN y PVEM ley antitaurina” [en línea], 2014, http://altoromexico.com/2010/index.php?acc=noticiad&id=20603 [consulta: 7 de octubre de 2014]

   Si uno creyera firmemente en la ideología de los políticos, este mundo sería otro. Sin embargo, la política como tal es un ejercicio que debe practicarse con la certeza de que se está en condiciones de enfrentar la realidad y las necesidades de otros, bajo principios elementales de honradez, austeridad y otros tantos conceptos que nos hagan confiar en sus compromisos. Lamentablemente no es el caso en la mayoría de los políticos mexicanos, de quienes desconfiamos, hasta el punto de que no siendo capaces de acumular aciertos, tienen que buscar protagonismos como el presente. Y me refiero en concreto a ese empeño que tienen tanto Cuevas como González Martínez, quienes en su momento nos han demostrado no tener el perfil apropiado para tamaña estatura en tanto representantes populares. La procedencia política de una y de otro tendría que ver ya no tanto con el espíritu que emana de sus postulados, sino de esa terca insistencia de encarar propósitos que no se corresponden con las muchas tareas que tendrían que ver con la mejora de las condiciones para un México mejor.

   Uno creería que habiendo tantas necesidades que atender en este país, una de ellas fundamental por antonomasia: la cultura, tengan que oponerse a ella, aduciendo que debe impulsarse una “Ley General de Trato Digno y Respetuoso de los Animales”. En efecto, uno coincidiría con ellos en términos de la inestable situación que enfrentan diversas razas animales que ya no solo están bajo el predominio de la domesticación, sino que en muchas ocasiones el trato que se les da, alcanza niveles indescriptibles. Precisamente es en términos de una cultura popular metida en la entraña de un pueblo a donde quieren llegar y aplicar sus intenciones hasta el punto de que han conseguido impedir el uso de los animales en los circos, y ahora lo pretenden con los toros, pues ambos son espectáculos en el que (los animales) son “inducidos a realizar actos fuera de su comportamiento natural”.

   La manifestación circense nos habla de otras cosas, su lenguaje es único y se ha construido bajo la idea de concebir una representación gozosa, en la que no sólo caben todos los actores, sino también los animales. En ese mismo sentido, las corridas de toros se han integrado como parte de un ritual de largo alcance temporal, cuyo tránsito milenario nos deja entender que su cultivo, involucra a buen número culturas, tanto de oriente como de occidente y en nuestros días, todos sus involucrados intentan conservar su esencia lo más intacta que sea posible, significando para ello adecuar su representación a los tiempos que corren. Es cierto, allí se realiza algo que consideramos como una auténtica ceremonia en la cual, el toro se convierte en el elemento de sacrificio y muerte, respetando hasta donde es posible la razón originaria que dio paso a su representación.

   Todo aquel que se considere aficionado a los toros debe saber que, para hacer una defensa legítima de un espectáculo cada vez más cuestionado, es preciso conocer que su permanencia se debe a una serie de procesos cuya integración puede sumar varios milenios. Sociedades primitivas vincularon los ciclos agrícolas concibiendo figuras idealizadas a las que comenzaron a rendir culto. En el bagaje complicadísimo de su andar por los siglos, fue necesario incorporar elementos que, llevados al sacrificio, cumplían con propósitos de celebración, veneración y hasta petición, cuyos fines se ligaban a la obtención de buenas cosechas o buscaban erradicar el mal producido por sequías, inundaciones o plagas.

   La caza del toro por el hombre primitivo para aprovechar su carne como alimento, su piel como vestido y más tarde, con el surgimiento de las sociedades agrícolas, como instrumento de trabajo, fue probablemente el embrión de la tauromaquia. Para apoderarse del animal, el hombre debió oponer su habilidad e inteligencia a la fuerza bruta del bóvido, dando origen a ciertas prácticas que podrían ser consideradas como una lidia primitiva. Más tarde, estas prácticas se utilizarían como deporte y como ritos religiosos.

   En el sincretismo, la amalgama que esas y otras sociedades tuvieron, ya fuera por expansión de sus dominios, por guerras o esa intensa lucha que las creencias también fueron forjando, permitieron que los pueblos fueran cambiando lentamente sus esquemas de vida, asunto este que permitió, entre otras muchas cosas, expresiones de la vida cotidiana. Es así, que en ese largo proceso además de que el hombre ya convivía con animales y los domesticaba, así también surgieron expresiones que, al cabo de los siglos y de sus necesarias adecuaciones, el toreo encontró espacios de desarrollo sin dejar de incluir aquel elemento originario el que, en su nueva manifestación de rito y fiesta siguió su camino.

   Que el toreo despierte pasiones es un hecho. Los componentes que reúne han producido, producen y seguirán produciendo diversos niveles de intensidad en las polémicas, las confrontaciones, el debate que unos y otros han mantenido por siglos. Hoy día, con explicaciones como la que ahora mismo se presenta, se da un paso adelante en el sentido de justificar el porqué de los toros, de ahí la importancia de revalorar sus significados, sin mengua de que nos enfrentamos o podemos enfrentarnos a auténticos juicios sumarios que muchas veces se cierran a la razón, siendo para nosotros la única bandera que ondea en el campo de batalla.

   Finalmente, como aduce González Martínez, el  hecho de contar con estadísticas no confiere a sus intenciones la demostración cabal de lo que ello represente, si para ello está de por medio un legado cultural, inmaterial también que no puede exterminarse bajo esa pretendida sentencia. Claro, si este mundo metido en la postmodernidad pretende, como es su propósito negar el pasado y seguirse de filo con la clara pero inconsciente idea de que vendrán tiempos mejores, ello no garantiza que sobrevivan diversas sociedades que coinciden con esos ideales, y celebro que así lo piensen, pero definitivamente y como lo decía el Dr. Edmundo O´Gorman: “el pasado nos constituye”, y sin el pasado no tendremos en lo sucesivo, idea cabal de qué estamos hechos los humanos, perdiendo así la valiosa oportunidad de pensar y repensar nuestros destinos construidos, como he procurado decirlo, a lo largo de muchos siglos, que hoy son capaces de admirar la compleja red de lo que fuimos, somos y seremos hasta que la humanidad sea alcanzada por un destino que hoy sigue siendo indescifrable, pero no por ello predecible.

7 de octubre de 2014.


LOS SEÑORES BARBABOSA, PONCIANO DÍAZ Y OTROS CHARROS DE ATENCO.

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CURIOSIDADES TAURINAS DE ANTAÑO EXHUMADAS HOGAÑO. 

 POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

BARBABOSA_PONCIANO y CHARROS DE ATENCO...

 En los patios de la que probablemente sea la plaza de toros de “Bucareli”, o quizá la de “Colón”, un grupo de amigos esperando que Ponciano le salga a los toros.

Fuente: Cortesía, Sra. Elisa Recillas.

    Pues bien, este grupo compacto, donde predominan los charros, quienes además vistieron sus mejores galas para ocasión tan especial, fue encabezado por los entonces muy jóvenes Juan y Antonio Barbabosa Saldaña, quienes seguramente asistieron para presenciar un festejo en dicha plaza, a donde enviaron un encierro de su propiedad: Atenco. Esto pudo ser, probablemente la tarde del 13 de febrero de 1888, lunes de carnaval, donde además hubo “Manganeo, jineteo y coleadero. Chistosa pantomima titulada “Los vampiros y los enanos”. El manganeo será desempeñado por el diestro Ponciano Díaz. Atenógenes de la Torre coleará al estilo jalisciense. Para la pantomima vienen de la hacienda de Atenco individuos que expresamente se han traído para su desempeño”, de acuerdo a lo anunciado en el cartel que sirve como referencia.

   Sin mayor información, he localizado algunos pasajes en El Monosabio, del sábado 18 de febrero de 1888, N° 13, p. 7, donde se apunta:

Como estaba anunciado, el lunes tuvo lugar en la plaza Bucareli, el jaripeo, espectáculo eminentemente nacional, desempeñado por Ponciano Díaz y otros afamados charros.

    Hasta aquí la brevedad de la nota.

   El público, no escaso, por cierto quedó complacido, premiando la habilidad de Ponciano con estrepitosos aplausos. Y es que ese charro bajito, el cuarto de izquierda a derecho (de pie), quien podría ser ni más ni menos que Ponciano. El “torero con bigotes” era “bajito” de estatura, con los hombros caídos, como me lo refirió un día don Doroteo Velázquez Díaz (qepd), sobrino nieto de Ponciano. Para entonces, Ponciano ya era un torero de fama, y creo que, por las circunstancias del festejo, la imagen que ahora comparto con ustedes debe corresponder, sin temor a equivocarme a dicha jornada. Aquí el cartel:

CARTEL_P. de T. BUCARELI_13.02.1888

Imprenta: Tip. Cayetano Berrueco y Comp. Pertenece a la colección de Diego Carmona Ortega.

 


 SOBRE LA SUERTE DE EL SALTO CON LA GARROCHA.

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ILUSTRADOR TAURINO MEXICANO.

 POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   El domingo 12 de octubre de 2014, transcurría en medio de diversas incidencias y sobresalientes detalles, el festejo culminante de la temporada taurina en la plaza de toros de “Las Ventas”, en Madrid. Se lidiaron toros de la emblemática ganadería portuguesa de Palha, muy bien presentados, entre los cuales sobresalieron segundo y sexto. En el cuarto, de nombre “Patito”, que a su vez lidiaba Francisco Javier Sánchez Vara, intervino uno de los de su cuadrilla, Raúl Ramírez quien, con arrojo y decisión, realizó la exhumada suerte del salto con la garrocha, que apenas duro un instante pero donde un Ramírez convencido enfrentó al ejemplar aquel. Posó el canto de la garrocha con firmeza en la arena, el toro pasó limpiamente y así terminó también aquella representación, donde incluso el de a pie disfrutó ese instante en que la condición heroica caía a sus pies. Por fortuna, el oportuno registro de Juan Pelegrín, nos permite entender de primera instancia que dicha suerte fue realizada feliz y limpiamente, por lo que el balance fue una sonadísima ovación de los asistentes.

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RESEÑA DE LA CORRIDA. 12 de octubre. Corrida de toros. [en línea], 2014, http://www.las-ventas.com/noticia.asp?codigo=6269 [consulta: 14 de octubre de 2014]

    De inmediato, surgen las evocaciones y una obligada revisión a la que fue una constante en su ejecución a lo largo, por lo menos del mexicano siglo XIX. Lógicamente no puede olvidarse el registro que Francisco de Goya dejó en uno de sus aguafuertes (en el que recoge la “ligereza y el atrevimiento” de Juanito Apiñani), pieza que a su vez se encuentra integrada en su famosa “Tauromaquia”, y que sirvió como elemento integrador –en este caso concreto- para la portada del libro que José Alameda nos legó en 1984. Me refiero a:

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Carlos Fernández Valdemoro (seud. José Alameda): Seguro azar del toreo. México, Imprenta Monterrey, S.A., 1984. 92 p. Ils., fots.

 El nuevo “Juanito Apiñani”, Raúl Ramírez, queda hoy registrado en la dimensión moderna de la fotografía y del video, con lo que la tauromaquia vuelve a redescubrirse en sus más variadas expresiones.

RAÚL RAMÍREZ1 RAÚL RAMÍREZ2 RAÚL RAMÍREZ3 RAÚL RAMÍREZ4 RAÚL RAMÍREZ5

 RESEÑA DE LA CORRIDA. 12 de octubre. Corrida de toros. [en línea], 2014, http://www.las-ventas.com/noticia.asp?codigo=6269 [consulta: 14 de octubre de 2014]

    El propio Raúl Ramírez ya había realizado exitosamente la misma suerte en Corella, como puede observarse a continuación:

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Los chatos de Partido de Resina en Corella. Oct. 1° de 2014 [en línea], 2014, http://www.porlasrutasdeltoro.com/los-chatos-de-partido-de-resina-en-corella/ [consulta: 14 de octubre de 2014]

   Conforme se adentra uno en esos intrincados caminos del pasado, se comprueba que diestros como Atenógenes de la Torre, Juan Romero “Saleri”, el propio Rodolfo Gaona en sus comienzos, y luego más tarde en recreaciones como los “Cuatro siglos del toreo en México” de Edmundo “El Brujo” Zepeda. Con la cercanía temporal, allí están también Jorge de Jesús “El Glison”, Alfredo Ruiz “El Conde” y muchos, muchos más que el anonimato ha hecho suyo.

   Por ejemplo, sobre Juan Romero Saleri, ha escrito el Ing. Leopoldo Peña del Bosqueen su blog “Los toros dan y quitan” lo siguiente:

 JUAN ROMERO FERNÁNDEZ “SALERI ” (1861 – 1888)

DOS IMÁGENES DE SALERI

Juan Romero Fernández “Saleri” Cortesía de don Rafael González Zubieta “El Zubi” http://rafazubi52.blogspot.com/search/label/La%20Muerte%20que%20mitifica%20a%20los%20toreros

    Refiere el cronista y Dr. Juan José Zaldívar Ortega en su obra “Toros Notables” que el banderillero español Juan Romero “Saleri”, de la cuadrilla sevillana de Diego Prieto Barrera “Cuatro Dedos”, resultó mortalmente herido en la ingle izquierda cuando realizaba un salto con la garrocha, por lo que falleció a los 27 años de edad el 15 de enero de 1888 en la Plaza de Toros “El Paseo”, en la ciudad de Puebla, México; la fatal cornada se la infirió el toro “Marinero” de la vacada de San Diego de los Padres propiedad de don Nicolás González Jáuregui,[1] sin embargo, los cronistas taurinos mexicanos AB y ABB[2] refieren que fue muerto por el toro de nombre “Campero” de la dehesa de San Cristóbal La Trampa.

   Diego Prieto Barrera “Cuatro Dedos” organizó por su cuenta una corrida en la plaza de Puebla de los Ángeles, México, para matar él y “Zocato” seis toros de San Cristóbal de La Tampa. Dio comienzo la corrida con mucho interés y entusiasmo porque los tres primeros toros salieron muy bravos. Juan Romero “Saleri” pareó al segundo en unión de “Blanquito”, poniendo dos estupendos pares, uno al cuarteo y otro a toro parado. Apareció el cuarto toro, llamado “Campero”, berrendo en negro, y resultó manso, por lo que el público pidió su vuelta al corral. No accedió el presidente a la petición y sucedió lo siguiente, explicado por “Blanquito” en una carta dirigida a un amigo de Sevilla:

   “Puebla, 18 de enero de 1888: Apreciable amigo José: El contenido de ésta es para manifestarle la desgracia ocurrida de su compadre; sabrá usted como el día 15 de enero toreamos en este pueblo por primera vez, con un entusiasmo atroz, y sobre todo, con el difunto. Salimos toreando y no hemos oído más palmas nunca. Diego, en la muerte estuvo muy bien, y todos y su compadre; ha sido una de las tardes que hemos gozado más. Al mismo toro de la desgracia dio un cuarteo con la garrocha en la mano, el mejor que ha dado en este mundo; calcúlese lo que se armaría, pero entre Diego y (el Morenito) echaron una riña con él para que no lo saltara. Era un toro que de torearlo estaba manso, y usted sabe lo cansado que él se ponía. El público, al ver las demostraciones, se echó encima chillando, y le brindó el toro al gobernador de ésta; ya aquí es donde no nos pudimos explicar lo que iría a hacer; no lo sabía más que Dios y él. La cuestión. Citó al toro, se le arrancó, y él, lo mismo, sin saltar y sin hacer nada; se mete en la cara del toro como un tonto, como un muerto, es decir, como una estatua, inmóvil y sin moverse, sin saber lo que pasaba, asustado. En el momento no hizo el toro más que meterle la cabeza, y todo fue un pronto, engancharlo y dejarlo caer en seguida; ni derrotó, ni se movió el toro para nada, ni lo detuvo en la cabeza; pero en ese pronto, cuando cayó para el otro mundo, no hemos tenido el consuelo de oírle hablar nada. Yo me llevé el toro, y cuando lo cogieron muerto, era menester ver el cuadro: todos llorando, y al instante suspendieron la corrida. El público, superior; la cornada parecía la picada de una avispa, en la ingle derecha, en el nacimiento del empeine; no echó ni una gota de sangre. Sobre la cuestión de su entierro mandó el gobernador una razón: que él lo costeaba todo, no dejando pagar nada; y el día del entierro fue el desborde de 7,000 personas. El domingo, o sea el día 22 del mismo mes, es el beneficio para la familia y otro en México. Le mandaré noticias; todo lo suyo lo ha guardado Diego, y se ha hecho inventario. Sin más, su seguro servidor, Blanquito.”

    “Recortes”, el afamado cronista taurino,[3] describe así la desgracia: “salió el cuarto, “Campero”…, que resultó un completo buey. Se emplazó en los medios sin hacer caso de capotes ni caballos, hasta que pasados unos minutos comenzó a correr por la plaza buscando la salida. El público pidió fuese devuelto al corral, a lo que no accedió el presidente, y entonces Juan Romero Fernández (Saleri,) –nacido en Sevilla en 1861-, que vestía de verde botella y plata, cogió la garrocha para dar el salto, su suerte favorita, en la que tanta seguridad tenía y por la que obtuvo tantos aplausos en cuantas plazas la ejecutó… Dio un recorte a cuerpo limpio y después citó con la garrocha; pero viendo que el toro no acudía disminuyó la distancia avanzando unos pasos. El toro se encampanó, arrancó de pronto y el banderillero clavó en el suelo la garrocha elevándose en el aire: el toro se quedó en la suerte y en el aire enganchó al diestro por la ingle izquierda, introduciéndole el asta como unos cuatro centímetros. Derrotó de nuevo y lo recogió, causándole una herida en la frente. El torero se levantó con mucho trabajo, se llevó las manos al vientre y cayó al suelo, donde lo recogieron sus compañeros; antes de llegar a la enfermería se puso en pie, dio unos cuantos pasos y cayó de nuevo, exclamando: ¡Dios mío, sálvame! ¡Virgen del Carmen! El parte facultativo decía: “Como el señor juez, que tuvo que intervenir en este asunto, no ordenó que se hiciera la autopsia, necesaria, no se puede decir cuál fue la verdadera causa de la muerte de Juan Romero (Saleri). La segunda herida estaba situada en la fosa ilíaca izquierda, a tres centímetros arriba de la parte media del pliegue inguinal correspondiente, de dirección casi paralela a la de dicho pliegue, y de cinco centímetros de longitud. Esta herida penetró en la cavidad abdominal.” En plena popularidad, acabó la vida de Juan Romero (Saleri), cuya campaña ante los toros fue breve, pero brillante. Ejecutaba las suertes con arrogancia, bizarría y habilidad, y cayó vencido en la arena cuando su porvenir se le presentaba lleno de promesas gloriosas.[4]

JUAN ROMERO_FRENTE Cortesía de http://www.todocoleccion.net/toros-torero-juan-romero-saleri-muerto-mexico-ano-1888-pieza-excepcional~x26556495

jromero3
Cortesía de http://gestauro.blogspot.mx/2013/04/juan-romero-saleri-tiene-esta-foto.html

Los toros dan y quitan. Listado de las tragedias. JUAN ROMERO FERNÁNDEZ “SALERI” (1861-1888). Abril, de 2013 [en línea], 2014, http://www.lostorosdanyquitan.com/bioIndividual.php?b=135 [consulta: 14 de octubre de 2014]

CONTINUARÁ.


[1] Ante esta imprecisión, vale la pena indicar que don Nicolás González Jáuregui fue propietario de dicha ganadería hasta el año de 1960, por lo que los propietarios que corresponden en términos de época a la referida en estas notas, son los hijos de D. Rafael Barbabosa Arzate, quien había muerto el 21 de marzo de 1887. Para ello quedó constituida la “Sociedad Rafael Barbabosa Sucesores”, integrada por su esposa, la Sra. Luz Saldaña Vda. de Barbabosa y sus hijos: Aurelio, Herlinda, Antonio, Concepción, Juan de Dios, Rafael y Manuel Barbabosa Saldaña.

[2] Debe referirse, en particular al Sr. Alberto A. Bitar, co-director del semanario taurino El Redondel.

[3] Refiriéndose a Julio Bonilla, propietario y redactor en jefe del semanario El Arte de la Lidia.

[4] El resto de las notas de este largo reportaje van así:

Por su parte, el erudito taurino, don Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere de esta víctima de la fiesta, que << el sevillano, Juan Romero Fernández (Saleri), que figuró en las cuadrillas de Fernando Gómez (el Gallo) y Diego Prieto (Cuatro dedos), toreó en plazas mexicanas durante la invernada de 1887-88. Lo hizo en Puebla de los Ángeles el 15 de enero de 1888 y al intentar poner en práctica la suerte del salto de la garrocha fue herido en la ingle derecha por un toro de la divisa de San Cristóbal de Trampa, sobreviniendo la muerte en forma instantánea, por lo que se suspendió el festejo.”

   Don Fernando García Bravo, en sus “Efemérides de la Semana” que le publica la revista “6TOROS6″ (Número 342, del 16 de enero de 2001) refiere que. El 15 de enero de 1888, muere en la plaza de toros de Puebla (México) el banderillero Juan Romero “Saleri”. El toro “Pampero” de la ganadería de San Cristóbal de la Trampa, le dio una gravísima cornada al ejecutar el salto de la garrocha. “Saleri” tenía 27 años y actuaba a las órdenes de Diego Prieto “Cuatrodedos”.

   Por su parte el cronista Rafael González Zubieta “El Zubi”, refiere en su Blog Taurino en la Internet “Larga Cordobesa” que: Juan Romero Fernández “Saleri”, fue un banderillero nacido en Sevilla el 11 de noviembre de 1861, que murió con 27 años en la plaza de toros de Puebla de los Ángeles (México) a consecuencia de la cornada recibida por el toro “Pampero”, de la ganadería de San Cristóbal de Tampa, al hacer el salto con la garrocha, suerte que realizaba magistralmente en la que no tenía rival. El pasado 15 de enero se cumplieron ciento quince años de su muerte, producida en 1888. Tras pasar por las cuadrillas de los novilleros Cacheta, Punteret y Currito Avilés, debuta en Madrid a las órdenes de Fernando Gómez “El Gallo” en 1885, ocupando el lugar dejado precisamente por Rafael Guerra “Guerrita”. Ese día deja constancia de su clase torera cobrándose un gran triunfo como banderillero ya que brilló con luz propia. Acompañó a Fernando “El Gallo” hasta 1887, en que se pasa a la cuadrilla de Diego Prieto “Cuatrodedos”, con quien viaja a México para hacer la temporada de invierno allí. El 15 de enero de 1888 “Cuatrodedos” y Carlos Borrego “El Zocato” son contratados para matar seis toros de la ganadería de San Cristóbal de Tampa en Puebla de los Angeles en México. La tragedia se produjo en el cuarto toro, un berrendo en negro, manso como un buey de nombre “Pampero”, que fue muy protestado por el público al presidente del festejo, que decidió dejarlo en la plaza. Aquel día Juan Romero “Saleri” vestía de verde botella y plata. El torero sevillano no hizo caso de las advertencias de los compañeros y cogiendo la garrocha para dar el salto se dirigió hacia el toro. Dio un recorte a cuerpo limpio y cita al bicho con la garrocha. Viendo que el toro no acude a la cita “Saleri” se acerca cada vez más a él. El toro se encampana y arranca de improviso. El torero clava la garrocha en suelo y salta en el aire en el momento en que el toro se para en la suerte y en el aire lo engancha por la ingle izquierda metiéndole el asta en el abdomen hasta el vientre unos cinco centímetros. Derrota de nuevo y lo recoge causándole una herida en la frente. “Saleri” es conducido a la enfermería donde ya llega sin vida. Su compañero Manuel Blanco “Blanquito”, dijo que “la herida no dio ni una gota de sangre y que era tan grande como la picadura de una avispa”. Al no haberle sido practicada la autopsia, nunca se supo a ciencia exacta la causa de su muerte. El presidente suspendió el festejo y el Gobernador del Estado costeó el entierro del torero sevillano allí en Puebla, al que acudieron varios miles de personas. Sus compañeros le erigieron un mausoleo en su memoria y le colocaron la siguiente inscripción: “D.E.P. El banderillero español Juan Romero Fernández “Saleri” falleció víctima de su profesión en la Plaza de Toros de Puebla la tarde del domingo 15-1-1888. Sus desconsolados y queridos compañeros no lo olvidan y le dedican este recuerdo. Diego Prieto “Cuatrodedos”, Carlos Borrego “Zocato”, Manuel Mejías “Bienvenida”, Antonio García “Morenito”, Manuel Blanco “Blanquito”, Luis Peralta, Francisco Guzmán y Rafael Sáez”.

El ilustre historiógrafo Héctor Budar nos explica en una muy documentada editorial de su autoría de nombre: “Casos y Cosas de Toros/ Histórica Plaza El Paseo I”, publicada en la acreditada revista taurina “En Los Medios” del cronista Óscar Mejía, del 2 de julio de 2013, que en la ciudad de Puebla de los Ángeles, estado de Puebla, en México, tuvo en los siglos dieciocho y diecinueve varias plazas de toros pero ninguna con la importancia de la “Plaza el Paseo”, que permaneció en actividad durante 96 años de 1814 a 1937. Este coso tomó el nombre del lugar donde estaba ubicada, frente al Paseo Nuevo, hoy Paseo Bravo, entre las actuales calles 3, y 5 poniente. Uno de los hechos históricos de la tauromaquia mexicana sucedió aquí, el 13 de abril de 1879, cuando el maestro español Bernardo Gaviño otorgó la primera alternativa que se dio en suelo azteca al diestro atenqueño Ponciano Díaz. Este es uno de los muchos acontecimientos registrados en esta plaza que tenía un aforo de tres mil localidades y estaba construida de concreto con la parte superior de madera.
En este artículo nos vamos a ocupar de un suceso que puso un negro crespón en este coso. Nos referimos a la muerte del bandillero español Juan Romero Fernández, “Saleri”. En el otoño de 1887, su paisano el matador de toros Diego Prieto “Cuatrodedos”, formó una cuadrilla con el también matador de toros Carlos Borrego “Zocato”, los banderilleros “Morenito”, “Bienvenida”, “Blanquito” y Saleri y se embarcaron hacia México. Cuatrodedos fue un torero sin grandes logros artísticos, pero sí hábil en el negocio empresarial taurino. A falta de contratos se convertía en empresario, como lo hizo el 15 de enero de 1888 en Puebla. La publicidad salió a las calles, causando gran interés para ver la anunciada presentación, de Diego Prieto “Cuatrodedos” y Carlos Borrego “Zocato”, con ganado de San Cristóbal La Trampa. Llegó el día indicado y los toreros radicados en la capital del país, viajaron muy temprano a la angelópolis en el tren interoceánico, el mismo día de la corrida, con acepción de Saleri y el picador “Cantares”, los cuales no se habían dejado ver desde la noche anterior, por haberse ido de juerga, teniendo que salir dos horas después en el Mexicano. Cuando estaban colocando sus avíos los descubrió la señora Enedina Reboyo de Márquez, esposa del gobernador de Puebla, los invito a sentarse cerca de ella. Todo el trayecto estuvieron conversando, de toros, naturalmente. Al despedirse la señora le pidió a Saleri, le brindara el salto de la garrocha, a lo que Juan accedió. El picador se fue hacia la plaza y Saleri rumbo al hotel Diligencias, al llegar se encontró a sus compañeros ataviados que ya iban rumbo a la plaza. Saleri se vistió a toda prisa y los alcanzó antes de empezar la corrida. El festejo empezó con éxito. Salió el cuarto toro que se emplazó en los medios dando problemas como si estuviera toreado. Saleri cogió la garrocha fue al palco del gobernador y le brindo a su esposa como le había prometido. Sus compañeros trataron de impedir que consumara la suerte, el no hizo caso y fue al toro, lo citó, el toro no acudió al cite, caminó unos cuantos pasos más, clavo la garrocha, no se pudo elevar por la corta distancia y cayó entre los cuernos, el toro lo enganchó del muslo derecho dándole una cornada en la ingle, al derrotar le pegó en el cuello rompiéndole la aorta causándole una intensa hemorragia interna, se levantó dio unos cuantos pasos cayó y cuando sus compañeros lo levantaron le escucharon decir: Dios mío este toro me ha matado, virgen del Carmen sálvame, fue su ruego antes de expirar. En los tendidos corrió la noticia que el valiente Saleri había muerto y suspendieron la corrida. Sus compañeros inconsolables lo velaron en la iglesia de la Compañía entre gran cantidad de gente, que no daba crédito a lo sucedido, coronas del gobierno de gente de la sociedad y ramos de flores del pueblo, bordeaban el ataúd. A las diez de la noche se presentó el gobernador Rosendo Márquez disculpando a su esposa que estaba inconsolable, haciéndoles saber que él costearía todos los gastos del funeral. A las cuatro de la tarde del día anterior partía plaza, sonriente, veinticuatro horas después con el triste doblar de campanas iba entre miles de personas en una caja mortuoria a recibir cristiana sepultura.

El cronista José Antonio Román Romero, propietario del Blog en la Internet: “De Hombres, Toros y Caballos” nos comenta, el 29 de abril de 2013, en una muy completa editorial titulada: “Los Saleri”, al referirse a Juan Romero Fernández “Saleri”: Tiene esta foto (donde aparece con la garrocha) lo menos ciento veintiséis años. Está hecho, como aquel de Canales, en Barcelona, en casa de Torija, y como el original murió hace ciento veinticinco años en América, por eso digo que la fotografía en cuestión data de ciento treinta años, cuando menos. Pertenece la misma al primer diestro que ostentó el apodo de Saleri, el cual le aplicaron porque, siendo vendedor ambulante de sal, pregonaba la mercancía de un modo tan especialísimo que parecía que pronunciaba la palabra que luego le sirvió de sobrenombre.

A Juan Romero Fernández, que así se llamaba el mentado Saleri, le entró la afición de jovenzuelo, y aunque fue en sus primeros años barbero, alfarero, cochero, fundidor y vendedor de sal, acabó por ser lo que había soñado. Después de trabajar como banderillero con algunos matadores de novillos, ingresó en la cuadrilla del señor Fernando el Gallo en compañía de un tal Lobito, pareja que en dicha cuadrilla sustituyó al célebre Guerrita cuando éste dejó de pertenecer a ella para incorporarse a la de Lagartijo. Esto ocurría en septiembre del año 1885. En el invierno de 1887-88 fué Saleri a Méjico con el espada Cuatrodedos, y toreando en Puebla de los Angeles el 15 de enero del segundo de dichos años reses de San Cristóbal y de Tampa perdió la vida el infortunado banderillero.

Recordemos el trágico episodio: Salió el cuarto bicho, “Campero”, completamente buey, y el público pidió que fuese devuelto al corral, a lo que no accedió el Presidente. Saleri’ sin reparar en que el animalucho, por sus malas condiciones, no permitía que anduvieran con él haciendo dibujos, quiso practicar el salto de la garrocha, su suerte favorita, y aunque sus compañeros trataron de disuadirle, el diestro no hizo caso, y luego de brindar al gobernador de aquel Estado, dio un recorte a cuerpo limpio, citó con el palo, afianzó éste, se elevó y cayó en las astas de la res, pues ésta se quedó en el centro de la suerte, y al recibir con sus armas el cuerpo de Romero, introdujo una de ellas en la ingle izquierda del desventurado lidiador.

Cuando entró en la enfermería estaba muerto. Al fallecer contaba veintiséis años, pues había nacido en Sevilla el 10 de noviembre de 1861. Sus restos fueron exhumados en 1896 por cuenta del espada Quinito y recibieron sepultura definitiva en el cementerio de San Fernando, de Sevilla. Lo que hizo Juan Romero en Puebla más fué temeridad que valentía, y ya sabéis que dijo el príncipe de los ingenios que la valentía que se entra en la temeridad, más tiene de locura que de fortaleza.
Fuente:

http://gestauro.blogspot.mx/2013/04/juan-romero-saleri-tiene-esta-foto.html


SOBRE LA SUERTE DE EL SALTO CON LA GARROCHA. SEGUNDA ENTREGA.

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ILUSTRADOR TAURINO MEXICANO.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

Pues bien, también en una labor de reexhumación, acudo a cierto material escrito hace algunos ayeres con el que rememoraba la que ahora se ha convertido en una gozosa recuperación. ¿Me acompañan?

 LA SUERTE DEL SALTO CON LA GARROCHA, EN PELIGRO DE EXTINCIÓN. CON DOS GARROCHAS, DOBLEMENTE AMENAZADA. ALGUNOS APUNTES.

    Repentinamente sobreviene y reaparece la ejecución de una suerte que se niega a desaparecer. Es el “Salto con la garrocha”. Entre quienes lo han hecho en estos tiempos se encuentra Alfredo Ríos “El Conde”, torero que ha mostrado su preocupación por rescatar suerte en peligro de extinción, como lo hicieron en su momento Rodolfo Rodríguez “El Pana” o Jorge de Jesús “Glison”, cuya posición en la torería nacional fue y es de auténtica rebeldía.

   De momento no es el espacio para ocuparnos de estas actitudes a contrapelo, en sentido contrario de quienes se empeñan en desempolvar el pasado imprimiendo su propia interpretación (cambia la forma. El fondo es el que se mantiene). Venimos aquí para describir la suerte del salto ¿con dos garrochas” que implica un esfuerzo distinto debido al hecho de cómo se tendrán que manejar no una, dos largas varas, asentarlas luego en el sitio y momento propicios para consumar y culminar exitosamente la suerte. Además, es necesario el equilibrio para encontrar que el toro no embista ni un centímetro más, ni uno menos, ni a un lado ni a otro para no descomponer lo vistoso de suerte antañona, de la que ya existen testimonios ilustrados en viejas tauromaquias o recreación de estas, sobre todo al mediar el siglo XIX. En nuestro país, como ya se ha comprobado, existieron, y siguen existiendo exponentes de peculiar y arriesgada suerte, vistosa, que ocurre en un santiamén, de la cual quedan evidencias en cromolitografías, fotografías y carteles del pasado.

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El salto con garrocha en la plaza de toros “México” de la Piedad, hacia 1900.

Fuente: ARTES DE MÉXICO. El toreo en México. N° 90/91, año XIV, 1967, 2a. época.

 SALTAR CON DOS GARROCHAS. Soy aficionado convencido de que las “suertes” de “quietud” o sea “parando”, encierran la índole valiosa del buen toreo. Pero no hago desprecio a las pocas “suertes” de movimiento en las que existen riesgo, valor y habilidad, que forman conjunto de belleza y alegría en la lidia. Deploro que del bagaje de lances para el “primer tercio”, estén ahora excluídas las nombradas “SALTOS”. Especialmente el de “al trascuerno” y el “salto con la garrocha”. Antiguamente eran pinceladas de nuevo colorido, agregadas a las que habitualmente había. Ahora que tiene el “primer tercio” monotonía que lo hace como esteriotipadas, de ve zen (sic) cuando un lance de “salto del trascuerno” o de “salto con la garrocha” provocaría una ovación unánime.

   Mi parecer no ha de modificar la costumbre hoy establecida –principalmente porque los toreros no han de intentar quebrantarla- pero cumplimentando el tema que estoy escribiendo, describiré el “salto con dos garrochas”. Empleando no solamente una, como es usual en la “suerte” de procedencia hispana.

   Mexicana –enteramente mexicana- es la de saltar usando dos. No está descrita en periódicos o libros taurinos españoles. No se quién, ni cuándo, ni en cuál plaza de toros fue realizada por primera vez. Yo doy el carácter de creador a un torero que estaba en la cuadrilla de Ponciano Díaz, pues ese fue quien la hizo ante mí, en la plaza de toros “Bucareli”, en el año 1888.

   Se llamaba Atenógenes de la Torre y era un hombrachón musculoso, enjuto de cara y con gesto avinagrado, luciendo gran mostacho de color rubio rojizo. Su tipo se despegaba completamente del habitual en el torero español, pero no era extrañeza en el del antiguo mexicano, pues de la catadura de Atenógenes muchos había. En la mayoría de las veces fungía de picador, en algunas de banderillero y en pocas de espada. Aquel figurón taurómaco era un tríptico torero.

   Surgió la “suerte” de “saltar con dos garrochas” para contrariar a la española, que usando una, efectuaba con inmensa maestría el banderillero sevillano “Saleri” (Juan Romero) en la plaza de toros nombrada “Coliseo”. Y en la de “Colón” hacía igual Francisco de Diego –aunque no con la misma maestría- que era integrante en las cuadrillas que vinieron con Mazzantini.

   ¿Cómo era el “salto con dos garrochas”? El torero empuñaba en cada mano una garrocha, asiéndola a bastante altura y aproximándose al regatón, de manera que la puya quedaba hacia el suelo. Los brazos estaban verticales, en extensión adecuada, y el cuerpo entre las dos garrochas. En esta postura elegía el sitio del redondel donde hacer la suerte; era en el “tercio”, estando el toro paralelo a las tablas, o en los “medios”, colocado el toro perpendicular y teniendo la cabeza hacia el “centro”. El que va a saltar, se pone a una distancia del toro, aproximadamente de ocho metros y detrás de él, sitúase un peón para auxiliar, si es necesario, al terminarse el lance.

   Cita. Cuando el toro ya lo ve –“que está con él”, según frase de los toreros- adelanta simultáneamente las garrochas y hace corta carrera, deteniéndola en el sitio conveniente. Ese lugar fija el “centro de la suerte”. El toro emprende la acometida; el torero se eleva, empujándose sobre las garrochas, y el toro pasa debajo. Si es necesario, el peón usa del capote para evitar se revuelva, persiguiendo al que saltó. Esa es la “suerte”, menos vistosa que la hispana[1].

   Hoy día, “El Conde”, afecto a las curiosidades nos permite mantener en la retina lo que el pasado legó, y sigue legando, para fortuna y enriquecimiento de la tauromaquia. 

SALTO CON DOS GARROCHAS

El salto con dos garrochas.

Fuente: Revista de Revistas. El semanario nacional, año XXVII, Nº 1439, 19 de diciembre de 1937.


[1] Revista de Revistas. El semanario nacional. Director: Roque Armando Sosa Ferreyro. Año XXVII, Nº 1439. 19 de diciembre de 1937.


SOBRE LA SUERTE DE EL SALTO CON LA GARROCHA. TERCERA y ÚLTIMA ENTREGA.

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ILUSTRADOR TAURINO MEXICANO.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Conforme se va contando con el mayor número de evidencias posibles, se va entendiendo hasta qué punto, suertes como la del “salto con la garrocha” se convirtieron en elementos complementarios en muchos espectáculos taurinos, al menos en el siglo XIX. Unos versos de nuestro incomparable Guillermo Prieto, dedicados a su vez a Santos Degollado, entre 1855 y 1860, nos dejan ver que en aquellos festejos, la admiración de “Fidel” no solo queda reducida a dar cuenta de las hazañas que el propio militar guanajuatense, en momentos de distracción, dedicaba a labores que reafirmaban sus vínculos con el campo, pero también con la milicia, de ahí que en algún momento fuese el propio José Nemesio Francisco Degollado Sánchez –que ese era su nombre completo- quien se presentara en algún momento en el ruedo para montar un toro y ser motivo central en esos versos que vienen a continuación, de entre los cuales surge una auténtica narración de hechos, donde Prieto destaca la ejecución de “saltos de garrocha”, lo cual significa que tal suerte se interpretaba cotidianamente por aquellas épocas, siguiendo los principios de ese espectáculo colmado de expresiones rurales y urbanas. Así que una tarde de toros podía mostrar, en una sola “función” todo ese bagaje de riqueza, en el que suertes como el “salto con la garrocha” también formaban parte sustancial de dicha puesta en escena.

 TRÉPALE QUE ES MANSITO

 Como después de la lluvia

que destierra la sequía,

parece más lindo el cielo

con cara lavada y limpia,

lloran de placer las ramas,

los sembrados resucitan,

las flores alzan el rostro

saludando al Sol que brilla,

y las corrientes del suelo

se juntan, se arremolinan

y parece que retozan

pereciéndose de risa,

así en Zapotlán pasaba

tras la negra tiranía,

con la lluvia de chinacos

que hizo su poder cenizas…

 

Horita ¡Van a los toros!

Y la plaza se improvisa

con carretas y tablones

y está dialtiro maciza.

 

Forman inmenso cuadrado,

de las carretas las filas,

y dejan al medio un campo

de primor para la lidia.

 

Engalanan las carretas

arcos de ramas, cortinas,

y un celemín de rancheros

y de muchachas bonitas.

Ellos bota de campana

y botonadura rica,

con la camisa bordada

y toquilla de chaquira;

 

Y ellas de enagua encarnada

y lentejuelas que brillan,

rebozo de seda y seda,

redibada la camisa,

y como frescas manzanas

las abultadas mejillas.

 

Pero hay debajo los toldos

mil catrines y catrinas,

con tápalos de burato,

con sus mascadas de la India,

con sus peinetas de gajos

y sogas de perlas finas;

 

Y más arriba del coso

hecho de robustas vigas,

están señores y jefes

que son de primera fila.

Allí estaba el Don Santitos

asomando la carita;

pero a la verdad pelada,

que ninguno en él se fija.

Que unos le conocen muchos,

y otros no le conocían.

 

Y que comienzan los toros,

y empieza la gritería,

que es la salsa de la fiesta,

de peligro y fechorías:

 

Hay sus saltos de garrocha,

capeo de muletillas,

y sus flores delicadas,

y vistosas banderillas;

y hay también sus revolcados

entre palmadas y trisca,

que se alzan atarantados

y corren sin salida…

En esto, que sale un toro

que al redondel ilumina…

Cornicorto, grueso el cuello,

soberbio, ligero, altivo,

eran llamas sus dos ojos,

y era su conjunto lindo,

y era marrajo de genio,

y era muy matrero el bicho;

para la capa, mañoso,

para la garrocha, esquivo,

para el lazo, inconsecuente,

para la cola, tardío…

 

-¡Que lo monten!- grita el pueblo;

y entre zambras y silbidos

que con el toro en la tierra

y le trepan los más listos…

 

Pero uno y otro sucumben

y pierden el equilibrio,

quedando el toro triunfante,

y los toreros corridos…

 

-¡Apriétele ese braguero!-

gritó en lo alto Don Santitos.

Todos el catrín burlaron,

de su audacia sorprendidos…

 

-¡Túmbenlo por aquí enfrente!-

con tono imperioso dijo…

y comenzó la maniobra

del pretal, como previno…

 

-¡Triple vuelta!-…

     -¡Más forzado!-

-¡Así le hiere el codillo!…

-¡Menos abierto ese nudo!…

-¡Ora bueno!…

                 -¡Está bien fijo!-

dijo entonces satisfecho

el catrín desde su sitio.

 

-¿Quién lo monta? –dijo entonces,

y estallaron encendidos

un “¡Móntalo tú!” en mil voces

y entre golpes inauditos…

entonces, con gran calma,

don Santos desciende al circo,

sin ambages, sin espuelas.

Muy modesto y espedido…

se afianza bien, salta al toro,

repite terribles brincos,

y el jinete sube y baja,

pegado cual con tornillos…

se alza, se sienta la bestia.

Culebrea el cuero liso.

y él, en el lomo clavado,

fuerte como un martillo…

 

-¿Quién es ese hombre? –Preguntan

los rancheros más peritos,

y responden orgullosos

los de Morelia aguerridos;

 

-¡Ese es Santos Degollado,

ese es nuestro Jefe invicto!…

-¡Viva el héroe de Zamora!-

-¡Viva, viva Don Santitos!…

Las damas le arrojan flores

los jefes le hacen cumplidos,

y suenan dianas alegres

en el aire conmovido,

el ejército y el pueblo

ensalzan a su caudillo,

mientras Comonfort le abraza

con sincero regocijo.

 

Don Santos a Colima

con mando reconocido;

y Comonfort, justiciero,

le dio el mando de Jalisco,

para bien de nuestra causa

y en premio de sus servicios.[1]

Guillermo Prieto.

Romancero Nacional.

    Y es que precisamente, a raíz del magnífico que Raúl Ramírez obtuvo de tan singular ejecución, surgió una respuesta muy interesante de otros tantos registros, como el que consiguió Armando Ramírez, aquel peculiar banderillero que dio en llevar el curioso alias de “Bam Bam”, justo cuando realizó la misma suerte en la plaza de toros de Puerto Vallarta en el año 2006. Aquí la evidencia:

ARMANDO RAMÍREZ y EL SALTO CON LA GARROCHA_17.10.2014

Especial: Armando Ramírez y el salto de garrocha.. Oct. 17 de 2014 [en línea], 2014, http://altoromexico.com/2010/index.php?acc=noticiad&id=20698 [consulta: 18 de octubre de 2014]

ARMANDO RAMÍREZ y EL SALTO CON LA GARROCHA_17.10.2014_2

   Observemos en detalle la fotografía que sólo lleva las iniciales M.A.:

    Y sigue la mata dando.

   Ahora toca el turno a unas calaveras taurinas que datan de 1894, donde en especial, una de ellas, dedicada a Silverio Grande, no sé si confundido con “Silverio Chico”, cuyo seudónimo correspondía al diestro español Diego Rodríguez, quizá hermano del que sí era poseedor del alias original. Podría tratarse, en esencia de Silverio Rodríguez, cuyas actuaciones no fueron tan notables eso sí, como las de su hermano menor.

 1894

Calaveras taurinas de El Puntillero.

    Por parecer de notable importancia, dada la curiosidad del siguiente impreso, reproduzco unos versos que aparecieron en el “Número extraordinario” que publicó El Puntillero alrededor del 1º de noviembre de 1894, y donde el retrato de varios personajes que aparecen en las que más adelante se conocerán como “calaveras”, dejan ver el estado de cosas, pero sobre todo la visión periodística que alcanzaron las “personalidades” allí retratadas. Además, en el original, se reproducen grabados y viñetas, entre otros autores, de José Guadalupe Posada y Manuel Manilla. Leamos.

 36

 Silverio Grande.

 Dio el salto de la garrocha

siempre con felicidad,

y era un torero aceptable

y modesto si los hay;

aquí reposa este chico

y su tumba al contemplar

que nunca ha sido aseguro

ni chicha ni limoná.

SALTO CON LA GARROCHA_J.G. POSADA

 Salto con la garrocha. Esta imagen se encuentra incluida en el famoso juego de la “Oca” que José Guadalupe Posada ilustró a principios del siglo XX.


 

[1] El Eco Taurino. México, D.F., 19 de enero de 1939, Nº 469. Este verso se encuentra fechado el 7 de marzo de 1894.


EDITORIAL.

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POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

    El próximo domingo 26 de octubre, comenzará la temporada 2014-2015 en la plaza de toros “México”. En medio de las desconfianzas que ha venido produciendo la celebración de otras tantas temporadas, desconfianzas debidas a lo que ya no es común denominador desde hace mucho tiempo. Es decir, presencia legítima de toros que no solo deben quedar evidenciados en pizarrones engañosos, sino en su trapío, edad, desarrollo de cornamenta… vamos todo ese fenotipo que caracteriza de buenas a primeras a un toro de lidia, sin necesidad de tener que echar las campanas al vuelo para producir confusión. Suponemos que la buena fe de los ganaderos en el difícil testimonio de decir la verdad y nada más que la verdad a partir del registro de edades, ello sería uno de los primeros elementos para que cualquier encierro sea recibido en forma por demás sobrada en el coso que, por años fue referente, etiqueta que ahora se ha desplazado a espacios como Guadalajara o Mérida, donde a los empresarios de aquellas plazas les queda claro que el espectáculo ofrecido debe contar con resultados efectivos y no remiendos o remedos de toros como materia prima principalísima de todo aspecto relacionado con la celebración de festejos de tal calado.

   Si la empresa justifica que habrá toros, será necesario que ello se compruebe en forma veraz. Entre la serie de elementos de que dispone se encuentran varios recursos que, en tanto publicitarios o mercadotécnicos, pueden llegar a producir efectos satisfactorios. Uno de ellos es el siguiente ejemplo que promueve la página de “Las Ventas.com”:

MUESTRA Y MUESTREO DE TOROS

APARTADO DE LOS TOROS. 2 de mayo. Corrida de toros. [en línea], 2014, http://www.las-ventas.com/noticia.asp?codigo=5814 [consulta: 20 de octubre de 2014]

   Allí, el aficionado puede enterarse visualmente de la presencia, del trapío de cada uno de los toros. Pero no solo eso, también se incluye la procedencia, el orden de la lidia, el número con el que quedaron marcados, el guarismo, la fecha de nacimiento (mes y año), el nombre, la capa, el peso y quien se encargará de estoquear o estoquearlos.

   Si la duda continuara, no hay mejor remedio que aplicar el “examen post mortem” tal como está indicado en el reglamento en vigor, en cuyo Art. 9 se señala:

 Corresponde a los médicos veterinarios:

I. Examinar los animales que serán lidiados, a efecto de comprobar que llenen los requisitos establecidos en el presente Reglamento;

II. Presenciar la prueba de caballos e intervenir en la formulación del informe escrito que el Inspector Autoridad debe rendir al Juez de Plaza;

III. Asistir al entorilamiento y verificar que las reses se encuentren en condiciones de ser lidiadas;

IV. Practicar el examen post mortem, a petición del juez de plaza a las reses lidiadas, en el lugar adecuado que para tal efecto proporcione la empresa dentro de las instalaciones de la plaza.

   Para efectos del párrafo anterior, el médico veterinario asegurará las reses inmediatamente después de haberse lidiado, y practicará el examen ante representantes de la autoridad, ganadería y empresa, entregando resultados de los mismos a la Delegación, a la Comisión y copias a la empresa y al ganadero.

   Durante la práctica del examen post mortem, el médico veterinario deberá comprobar que sus astas no hayan sido objeto de alteración artificial o que las reses no hayan sido sometidas a tratamiento o maniobra que hubiera disminuido su poder o vigor y hacer constar su dictamen por escrito, anexando las astas de los toros que se presuma fueron manipuladas; y

V. Informar al Juez de Plaza de cualquier deficiencia que adviertan, tanto en las reses como en los caballos examinados.[1]

    Si estos requisitos se aplican conforme al derecho que habría para respetar los intereses del público, podría afirmarse que estamos del otro lado, es decir, se ha cumplido a cabalidad con la presencia indiscutible de toros de lidia y no el conjunto de engaños que, independientemente del cartel y sus resultados, quedará comprobado que también el interés de la empresa y de las autoridades se conjuntará en forma exitosa para garantizar un espectáculo de calidad.

   El cartel, que también está bastante bien equilibrado, pues alternarán José Antonio “Morante de la Puebla”, “El Payo” y Diego Silveti, con 6 toros de “Barralva”, promete cosas interesantes. Sin embargo, puede advertirse que el asunto de los toros es esencial… lo demás, viene por añadidura.

   Estaremos muy pendientes de que la empresa, las autoridades y demás participantes directos en la puesta en escena de esta temporada se apliquen dignamente en sus responsabilidades. De no ser así, van a comenzar a sufrir las consecuencias de una crítica que no busca desacreditarlos, sino que dicho ejercicio no puede ser otra cosa que el punto en el que converjan aquellas posturas en que sólo se defienden los intereses del público. Han pasado muchos años de tolerar caprichos, intereses creados y demás circunstancias que solo benefician a las partes en juego, pero que al llegar a tanto, lo único que están generando es precisamente eso, un juego, una burla, un engaño vil que podrían evitarse si quieren ofrecer un producto que, como se dijo en otro momento no puede tener otro punto de interés y certeza que el de la calidad.

CARTEL_P. de T. MÉXICO_26.10.2014

CARTEL. 26 de octubre. Corrida de toros. [en línea], 2014, http://www.lamexico.com/index.php [consulta: 20 de octubre de 2014]

    Veremos y diremos.

 20 de octubre de 2014.


[1] Reglamento Taurino para el Distrito Federal. Texto vigente. Reglamento publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el día 20 de mayo de 1997 y en el Diario Oficial de la Federación el día 21 de mayo del mismo año. Actualización al 25 de octubre de 2004.


UN DETALLE DE LA PLAZA DE TOROS DE TENANGO DEL VALLE A FINALES DEL SIGLO XIX.

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MINIATURAS TAURINAS.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

     Se trata de la plaza de toros de Tenango del Valle, estado de México. Es muy probable que esta imagen, que forma parte de una serie de seis fotografías captadas por Winfield Scott, fuese el registro de una actuación de Ponciano Díaz e Ignacia Fernández “La Guerrita”, en las fiestas que año con año se celebraban en dicha población durante los meses de enero y febrero. Quizá se remonte al año de 1898. Ambos espadas salieron con sus cuadrillas, integradas de conformidad a los nuevos dictados de la tauromaquia de a pie, a la usanza española en versión moderna. Sin embargo, todavía quedaban algunos toques o efectos de lo nacional, reflejado en ese detalle de los picadores que vistieron al puro estilo de los charros y que, en lugar de los castoreños se vieron sombreros de piloncillo, así como el uso de “baberos”, esa extraña composición de antiguos petos que con los años se impondrían no solo en México. También en España. En este caso, a quien puede observarse es a un banderillero quien coloca un par de rehiletes elaborados con papel de china, bajo la peculiar idea de que quedando “colgados” en los lomos del burel, saliesen de aquellos palitroques confeti o unas palomas, lo que daba a la suerte un efecto atractivo 

BANDERILLERO_TENANGO DEL VALLE

¿En qué medida los “morenos de Toluca”, pudieron entender un par al sobaquillo, ejecutado totalmente a “la española”? Con toda seguridad Ponciano hizo suyas las influencias hispanas, aunque no las aceptó plenamente y siguió demostrando sus sellos como último reducto del toreo nacional, hasta su muerte ocurrida un 15 de abril de 1899.

   Ese abigarrado conjunto del fondo, vistiendo la manta por montones y los sombreros por igual, deben haberse animado para asistir a la corrida llegando de las rancherías más cercanas al solo llamado de Ponciano y “La Guerrita”, curiosa combinación de cartel para tarde de toros.

Fuente: INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA: ARCHIVO CULHUACÁN.

   Ignacia Fernández ya se había presentado ante la afición toluqueña el 28 de noviembre de 1897, lo cual indica su cercanía con la actuación en Tenango semanas más tarde. Los registros habidos con respecto a Tenango del Valle se remontan a los primeros años del siglo XIX y concluyen, por alguna circunstancia a finales de la segunda década del XX. Esto no quiere decir que haya desaparecido la celebración de fiestas en población tan particular, ocasiones que se vinculaban con toda seguridad al santo patrón o patrona del lugar. Sin embargo, fueron los festejos taurinos los que por alguna razón, dejaron de darse.



SOBRE LA “DANZA DE LOS APACHES” Y LOS INDÍGENAS MATLAZINCAS EN ATENCO.

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CURIOSIDADES TAURINAS DE ANTAÑO EXHUMADAS HOGAÑO.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

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 Imágenes tomadas del artículo: “Representación de la CONQUISTA EN TLACOACHISTLAHUACA”. En: “México Desconocido”, Nº 262, año XXIII, diciembre de 1998. Pág. 18. Estas dos escenas se acercan al festejo que se celebra en la hacienda de Atenco, el día del Sagrado Corazón de Jesús (el 6 de junio). Terminada la ceremonia religiosa los fieles salen y se aglomeran en el rústico atrio de la iglesia de Atenco, se tropiezan unos con otros al pararse para admirar con rara extrañeza y sorpresiva novedad la fiesta popular profana, que presentan los danzantes llegados de poblados vecinos que con los de casa ejecutan la “Danza de los Apaches” ataviados con camisas y faldas cortas de colores chillones y tocados con penachos de plumas sobre sus coronas metálicas cubiertas de espejos y además, portan en los tobillos y muñecas de sus manos sendas pulseras cuajadas de cascabeles que lanzan raros sonidos al son de sus movimientos efectuados al ritmo del tambor tocado por uno de ellos mismos. Notas del libro manuscrito: ATENCO Y DON MANUEL de Luis Barbabosa Olascoaga.

ATENCO Y DON MANUEL1

ATENCO Y DON MANUEL2

    He aquí la enorme semejanza, a partir de dos imágenes, inéditas que provienen de un trabajo que escribió el Arq. Luis Barbabosa Olascoaga: “Atenco y don Manuel”[1] el cual merece, en muchos sentidos su urgente publicación. Espero que en este caso, la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia considere la presente propuesta, en merecido homenaje a esta emblemática hacienda, desde la  génesis de la ganadería de bravo en nuestro país, y cuyo origen data del 19 de noviembre de 1528, aunque sería poco más de un siglo después de que los toros del “Conde”, por pertenecer en aquella época al entonces primer conde de Santiago-Calimaya, don Fernando Gutiérrez Altamirano y Velasco, se lidiaron el 3 de septiembre de 1652, cuando el entonces vigésimo primer virrey de la Nueva España, D. Luis Enríquez de Guzmán, 9° Conde de Alba de Liste y marqués de Villaflor fue homenajeado con motivo de cumplir años.


[1] Luis Barbabosa Olascoaga: ATENCO Y DON MANUEL. Prólogo de José Francisco Coello Ugalde. (In memoriam). Toluca, estado de México, 1988-2007. 300 h. Fots., retrs., cuadros. (obra inédita).


 VIEJOS CARTELES TAURINOS DECIMONÓNICOS. I

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MINIATURAS TAURINAS.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

I

MINIATURAS TAURINAS1

Aviso. Ascensión aerostática, que verificará en la ciudad de Pátzcuaro del Departamento de Michoacán, el capitán D. Benito León Acosta, en uno de los días de la próxima pascua de Resurección.

   La junta formada con el fin de promover algunas diversiones para la pascua de Resurección, ha contratado con el comprometido Sr. Acosta una ascensión aerostática, quien ha quedado comprometido a verificarla en el día de dicha semana que le sea señalado, construyendo al efecto un NUEVO GLOBO, cuya circunstancia presta más seguridad para que sea lograda. Inútil parece recomendar lo grandioso de un espectáculo, visto siempre con entusiasmo, y mas por ser un mexicano el que lo ejecuta. En la plaza que está levantándose al efecto, se ha consultado la capacidad, solidez y decencia posible, sin omitirse gasto alguno. Si por una desgracia no esperada, la ascensión se frustrare, será reintegrado el público de las cuotas que hubiere exhibido por compras de boletos para palcos, lunetas y demás localidades del edificio. Para amenizar esos días, desde el domingo de pascua hasta el siguiente, con varios objetos de distracción, habrá una corrida de toros, lidiándose a muerte por una diestra compañía de toreros; se jugará una famosa tapada de gallos por seis días, desde las diez de la mañana a las dos de la tarde; se procura con empeño una buena compañía de teatro que desempeñe por las noches piezas dramáticas selectas y del gusto del día. El agradable temperamente que se disfruta en este país en la estación de calor, la abundancia de sus víveres y pasturas, la comodidad que presta para alojamientos, y la vigilancia de las autoridades para proteger la seguridad individual, tanto en el jugar como en los caminos, hacen prometer días alegres, y que la numerosa concurrencia que se espera, retorne complacida a sus hogares.-Pátzcuaro, Febrero 14 de 1844.

Fuente: colección del autor.


VIEJOS CARTELES TAURINOS DECIMONÓNICOS. II

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MINIATURAS TAURINAS.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

II

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Aviso. CORRIDA DE TOROS EN LA PLAZA DE SAN PABLO. Domingo 15 de Septiembre de 1844. La empresa ha dispuesto para hoy una sobresaliente función en celebridad de los días 16 y 11 (debe decir 27) de septiembre, en que se dio principio y afianzó la independencia nacional. Al efecto,después del despejo acostumbrado, se lidiarán tres toros, y en seguida se dará el nuevo espectáculo de moros y cristianos atacando y defendiendo unos baluartes construidos al intento: un toro, que lidiarán los vencidos, vendrá a decidir la cuestión. De otros tres que saldrán después, uno será para perros, a quien no se dará muerte; otro para lidiarlo, y un mocho (o embolado) para los aficionados.

   La plaza se adornará con esmero, y las autoridades se servirán honrarla con su asistencia.

México.-Imprenta de Ignacio Cumplido. 1844. Calle de los Rebeldes núm. 2.

Fuente: colección del autor.

 

 


VIEJOS CARTELES TAURINOS DECIMONÓNICOS. III

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MINIATURAS TAURINAS.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

III

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Aviso. CORRIDA DE TOROS EN LA PLAZA DE SAN PABLO. Viernes 27 de Septiembre de 1844.

   En justa celebridad del aniversario de la entrada a esta capital del Ejército TRIGARANTE, y con el deseo de contribuir la empresa por su parte a aumentar las fiestas con que los mexicanos recuerdan este grande acontecimiento, ha dispuesto una sobresaliente función dedicándola al Excmo. Sr. presidente interino, D. Valentín Canalizo, que fue uno de los beneméritos ciudadanos que tan eficazmente contribuyeron a la independencia proclamada en IGUALA.La corrida preparada para hoy es de seis famosos toros puntales, de la acreditada raza de Atenco, sirviendo de intermedio unos muñecos de fuego que se colocarán en actitud de llamar al toro, y que embestidos por éste arderán inmediatamente.

   Concluida la lid de los seis toros, se colearán otros dos destinados a este efecto, concluyendo la función con unos VISTOSOS FUEGOS ARTIFICIALES, hábilmente combinados por el artista E. Yáñez.

 PLAZA DE TOROS EN SAN PABLO. Domingo 29 de septiembre de 1844. Gran ascensión aerostática, que dedica un mexicano a los habitantes de esta capital, en memoria de los gloriosos días cuyos aniversarios se celebran en el presente mes.

   Deseando el empresario, más bien que lucrar, procurar a sus paisanos el goce de un espectáculo tan grandioso, como lo es que un hombre se atreva a surcar el aire en un globo que se eleva por medio de un elemento tan peligroso como es el fuego, no ha omitido esfuerzo ni gasto alguno para poder ofrecer con mejorar una diversión digna de los pueblos civilizados. Al efecto, el empresario ha hecho construir por el sistema de Montgolfiere, un globo de mayor magnitud que el llamado Monstruo, en que tan admirablemente ascendió el Sr. Berthier, en esta misma ciudad; y para que la asención se efectúe con toda precisión, el empresario ha contratado al Sr. D. BATISTA BELLIARD, que a los grandes conocimientos que posee en este ramo,se une un deseo vehemente por agraciar a este respetable público.

PRECIOS

Lumbreras de sombra con 10 entradas                                 70

Entrada general a idem                                                         06

Lumbreras de sol con diez entradas                                      24

Entrada general a idem                                                         02

   Las puertas de la plaza estarán abiertas desde la nueve de la mañana; y la ascensión se efectuará de once y media a doce del día.

   Los boletos se expenden en el teatro de Santa-Anna y en la sombrerería alemana, portal de Mercaderes núm. 3, desde el jueves 26; y el día de la función en las casillas respectivas de la misma plaza.

   El Excmo. Sr. Presidente interino se digna honrar con su asistencia esta función.

México.-Imprenta de Ignacio Cumplido. 1844. Calle de los Rebeldes núm. 2.

Fuente: colección del autor.


VIEJOS CARTELES TAURINOS DECIMONÓNICOS. IV

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MINIATURAS TAURINAS.

 POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE. 

IV

MINIATURAS TAURINAS4

Aviso. Diversiones Públicas. PLAZA DE TOROS. Circo olímpico y el hombre elástico. Gran función extraordinaria A BENEFICIO DEL NIÑO ANDERSON DEDICADA AL EXCMO. SR. Presidente de la República.

   Con el objeto de que esta función pueda ejecutarse con toda la perfección posible en un local más ancho que hasta aquí, el beneficiado se ha resuelto a darle en la Plaza de Toros, a las cuatro de la tarde del domingo 24 de Agosto.

   Durante la función trabajará el divertido MONO DE LA CHINA, y se llevará alrededor de la Plaza el magnífico LEÓN AFRICANO.

PAGAS

Lumbreras de sombra con 10 boletos                                   $40

Entrada a dichas                                                                   $4

Entrada general al sol                                                            $1

Imprenta de Ignacio Cumplido.

Fuente: colección del autor.


 VIEJOS CARTELES TAURINOS DECIMONÓNICOS. V

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MINIATURAS TAURINAS.

 POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

V

MINIATURAS TAURINAS5

Aviso. PLAZA DE TOROS. GRAN FUNCIÓN EXTRAORDINARIA. Habiéndose obtenido el correspondiente permiso, hoy domingo en la tarde, además de la corrida de costumbre, se dará el imponente espectáculo de una LUCHA DE UN LEÓN AFRICANO CON UN TORO DE LA MEJOR RAZA DEL PAÍS. México.-Imprenta de I. Cumplido.-1845.

Fuente: colección del autor.


VIEJOS CARTELES TAURINOS DECIMONÓNICOS. VII

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MINIATURAS TAURINAS.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

VII

MINIATURAS TAURINAS7

Aviso. GRAN CORRIDA DE TOROS EN LA NUEVA PLAZA DE SAN PABLO, PARA EL DOMINGO 19 DE ENERO DE 1851, en celebridad de la inauguración a la PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA en la persona del Excmo. Sr. general de división D. MARIANO ARISTA.

   Invitada la empresa por el Excmo. Ayuntamiento a solemnizar del mejor modo posible la exaltación del Excmo. Sr. general de división D. Mariano Arista a la presidencia de la República, y queriendo aquella dar un testimonio público del agrado con que ha recibido tan plausible suceso, así como de la complacencia con que ve las indicaciones de tan recomendable cuerpo, ha dispuesto una magnífica función, si no digna del objeto, si nunca vista en esta capital, cediendo al expresado Ayuntamiento la mitad de sus productos libres para el objeto de beneficencia pública a que S.E. quiera aplicarlos.

PROGRAMA DE LA DIVERSIÓN.

   A las dos de la tarde se abrirán las puertas de la plaza para recibir al respetable público, quien la encontrará adornada con elegancia; a las tres, una música se situará en la parte exterior de la plaza para tocar diversas piezas de gusto, hasta el momento que llegue el Excmo. Sr. presidente en cuyo acto se izará la bandera nacional, la que será saludada con 21 tiros; en seguida, se hará el despejo de la plaza por una fuerza armada de cien hombres de uno de los cuerpos de la guarnición que se presentarán vestidos de gala.

SEIS ESCOGIDOS TOROS

De la brava y acreditada raza de ATENCO, lidiarán con todo el esmero y esplendor posible, recibiendo la muerte. Otros dos de raza distinta, servirán para el

COLEADERO

   Para que la concurrencia que tanto nos favorece, de la que estamos tan agradecidos, y a la que queremos complacer de todos modos, ría a su satisfacción; se han dispuesto

DOS FANTASMAS Y DOS ENANOS,

A los que se les soltará un TORO EMBOLADO.

   Concluida la corrida de TOROS, al anochecer, repentinamente y en un momento, toda la plaza se iluminará con BRILLANTES Y ESCOGIDAS LUCES DE COLORES, para lo que no se ha omitido gasto alguno. Acto continuo, unos sobresalientes y exquisitos

FUEGOS ARTIFICIALES

Presentarán un espectáculo verdaderamente lucido y placentero, tocando a la vez una alegre diana tres músicas militares, que en toda la diversión se estarán alternando, a efecto de que no falte en ningún intervalo de ella.

   Como todo esto demanda grandes gastos, y por otra parte se tenga empeño en que la parte cedida para el noble objeto que se ha indicado sea la mayor posible, se han aumentado los precios de entrada, y suprimido toda donación, en los términos siguientes:

PRECIOS DE ENTRADA

SOMBRA

Lumbreras por entero con 8 boletos                          8 pesos

Entrada general                                                         1 idem.

SOL

Entrada general                                                         3 reales.

Nota. Los boletos de lumbreras por entero y los de sombra y sol, se expenderán desde la víspera de la función, en la sombrerería del portal de Agustinos n{um. 2, en el cajón de la plaza del Mercado números 20 y 21, conocido con el nombre de la Equidad, y el día de la función, en la administración de la Plaza de las diez de la mañana en adelante.

INTERESANTE. Teniendo que vencerse algunas dificultades, no se asegura el que haya despejo de la plaza; no obstante, se están practicando cuantas diligencias sean posibles para el efecto.

IMPRENTA DE VICENTE G. TORRES, a cargo de J. Vidal Hernández.

Fuente: colección del autor.



VIEJOS CARTELES TAURINOS DECIMONÓNICOS. VIII

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MINIATURAS TAURINAS.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE. 

VIII

MINIATURAS TAURINAS8

Aviso. MUY DIVERTIDA FUNCIÓN DE TOROS EN LA PLAZA DE SAN PABLO, Para el domingo 2 de Febrero de 1851.

   Si los toros de la anterior corrida constituyeron en mucho a complacer a los dignos espectadores, se puede asegurar, sin temor de equivocarse, que los que han de lidiarse en la presente, llenarán completamente el espectáculo; porque a más de ser de los del cercado de Atenco, son escogidos de la estancia nombrada Fuentecillas, de cuyo sitio han complacido sobremanera, por su extremada bravura y corpulencia en la capital del Estado de México, donde se han jugado.

   La empresa, no queriendo perdonar medio alguno para proporcionar nuevas distracciones y amenizar del modo más divertido esta corrida con otros objetos que llamen la atención, sin detenerse en los gastos que se hagan, ha fijado el siguiente

PROGRAMA

SEIS DE LOS CITADOS TOROS están dispuestos para la lid, y después de lidiado el segundo, el tercero que será embolado, se soltará en el instante que el público salte al circo para apoderarse de

TRES MONTES PARNASOS,

Y tomar de ellos los varios efectos de ropa y frutas con que están vestidos; en el mismo acto aparecerá

OTRO TORO MÁS,

También embolado, llevando en su frente

UN TAPAOJO ADORNADO DE MONEDAS DE PLATA,

Con el objeto indicado en los Parnasos.

   Concluida esta travesura tan divertida, saldrá uno de los toros que están preparados para el COLEADERO.

   Terminado este intermedio, se presentará en la arena el tercer toro valiente, con quien los conocidos y acreditados gladiadores desempeñarán a satisfacción del respetable público, los lances que les pertenezcan. Sacado de la plaza este toro muerto, se aparecerá otro, también atenqueño, para combatir con los VALIENTES PERROS que se le echarán, cuya lucha ha merecido siempre un general agrado.

   También servirán de mucha diversión las travesuras que los locos desempeñarán en los subterráneos con tramoyas que al efecto se han hecho en la plaza.

   Para finalizar esta lucida función, han preparado los acreditados COHETEROS DEL BARRIO DE SAN PABLO, un grande y hermoso

TORO ENCOHETADO,

Que a la mayor imitación circulará por toda la plaza, iluminando con brillantes luces todo el espectáculo.

   La plaza estará adornada con un vistoso pabellón de bandillas.

PRECIOS DE ENTRADA

SOMBRA

Lumbreras por entero con ocho boletos                    6 ps.

Entrada general                                                         6 rs.

SOL

Entrada general                                                         2 rs.

INTERESANTE. No pudiendo esta empresa sufrir en silencio lo que refiere en su aviso de Toros, el señor empresario de la plaza de la villa de Tacubaya, sobre que tiene contratados a los mejores toreros que hay en México, para trabajar en aquella plaza, hace presente que los toreros mejores que están contratados y convenidos para trabajar en México exclusivamente, no es dable que se ocupen en el trabajo de otra plaza, sin la anuencia y consentimiento de la empresa de la plaza de San Pablo, y mucho menos para el presente domingo; por consiguiente, los mejores toreros que hay en México, trabajan sin duda alguna en la citada plaza de San Pablo, lo que se avisa al respetable público para su inteligencia.

IMPRENTA DE VICENTE G. TORRES, a cargo de J. Vidal Hernández.

Fuente: colección del autor.


VIEJOS CARTELES TAURINOS DECIMONÓNICOS. IX

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MINIATURAS TAURINAS.

 POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE. 

IX

MINIATURAS TAURINAS9

Aviso. CORRIDA DE TOROS EN LA VILLA DE TACUBAYA, El domingo 9 del corriente (Febrero de 1851).

   Habiendo visto el empresario de las magníficas corridas de toros en dicha villa de Tacubaya el entusiasmo del respetable público por el muy afamado PRIMER ESPADA MARIANO GONZÁLEZ, y siempre afanoso de complacerlo, se ha apresurado a contratar a este, para que acompañado de su célebre cuadrilla (a quien se ha mandado traer expresamente de Puebla) lidien CINCO TOROS de la muy acreditada raza de ATENCO, conocidos con los nombres de:

1° Polvorilla

2° Rayo

3° El Sierpe

4° El Hércules

5° El León

   Y aunque se había propuesto llenar un intermedio con algunos figurones a otra pantomima por ese estilo, persuadido de lo sobresalientes que son los cinco toros citados, no duda que el generoso público que honre esta función, quedará satisfecho.

   Por último, se echará un

TORO EMBOLADO

   La compañía de toreadores, se compondrá de las siguientes personas:

Primer espada, Mariano González

Segunda idem. Fernando Hernández

BANDERILLEROS

José María Carrillo

Guadalupe Hernández

Urbano Villasana

Dos locos

PICADORES

Magdaleno Vera

Hilario Hernández

Antonio Escamilla

Muleros y demás comparsa.

PAGAS

Sombra                                                                      1 ps.

Sol                                                                             3 rs.

Lumbreras por entero con 8 boletos                          8 ps.

   Los boletos se expenderán en Tacubaya, en la casa del Sr. D. Manuel Duarte, tienda de la esquina del portal de Cartagena, y en México en la alacena del Sr. D. Antonio de la Torres, esquina de los portales de Mercaderes y Agustinos.

NOTA: Con el fin de evitar la confusión que se ha advertido en las lumbreras, los boletos de estas indicarán a la que pertenecen, y también irán numerados del 1 al 8 los de cada una.

   Comenzará la función a las cuatro en punto.

   También de acuerdo con el empresario de la

PLAZA DE GALLOS, con el objeto de amenizar mas ese día, ha desafiado

Dos tapados de acien y cien.

Dos careados de a 50 y 50.

Cuatro tapados de 25 y 25.

Uno idem de a 30 y 30.

   Los que comenzarán a jugarse a las doce del día en punto, para que el tiempo permita conciliar estos con la corrida de toros; y en la noche habrá BAILE, para lo cual se adornará el salón dstinado al efecto, con el mayor esmero posible.

   Los precios de entrada a los gallos y baile, serán por separado.

Fuente: colección del autor.


 VIEJOS CARTELES TAURINOS DECIMONÓNICOS. X

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MINIATURAS TAURINAS.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

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MINIATURAS TAURINAS10

Aviso. MAGNÍFICAS CORRIDAS DE TOROS EN LA VILLA DE TACUBAYA, LOS DÍAS 2 Y 4 DE FEBRERO DE 1851.

   Dedicadas al Excmo. Sr. general de división presidente de la República, D. MARIANO ARISTA, quien se ha dignado aceptarlas y concurrir.

   Las dos funciones indicadas se han dispuesto en el orden siguiente:

   A las tres de la tarde se abrirán las puertas de la plaza y se situará una magnífica música militar, que tocará diversas y variadas piezas de los mejores compositores modernos durante la función.

   Se lidiarán CINCO TOROS, de la muy sobresaliente y acreditada raza de ATENCO, y para que este espectáculo sea digno del patrocinio e ilustración del jefe de la República y del muy respetable público, se han contratado a los mejores toreros de México.

   Para terminar la función, cada día se echará un

TORO EMBOLADO

Para la diversión del público.

   Con el objeto de que las funciones tengan todo el lucimiento posible, el empresario no ha perdonado diligencia, como tampoco ha omitido gasto alguno para que los trajes de la comparsa, así como las banderillas y adorno de la plaza, sean de los más brillantes, no anhelando su ambición más que dejar complacido a un público tan benévolo.

PRECIOS DE ENTRADA

Palcos con ocho boletos                                            $8

Entrada a la sombra                                                   $1

Idem en el sol                                                            3 rs.

Los palcos y billetes, se expenderán en México en la alacena de D. Antonio de la Torre, y en Tacubaya, en la tienda de Cartagena, de las 10 de la mañana a las 2 de la tarde, y de las 2 en adelante en las casillas de la misma plaza.

IMPRENTA DE VICENTE G. TORRES, a cargo de J. Vidal Hernández.

Fuente: colección del autor.


LIBROS TAURINOS EN BARCELONA… Y TAMBIÉN EN MÉXICO.

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RECOMENDACIONES y LITERATURA.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   El pasado 24 de octubre, salió publicada en el reconocido portal “AlToroMéxico.com” una nota que, por su contenido llama mucho la atención. “Crece publicación de libros de toros en Barcelona” (aquí la liga: http://altoromexico.com/2010/index.php?acc=noticiad&id=20756

   Pues bien, se trata de 28 títulos que han salido de diversas casas editoriales de la ciudad de Barcelona, los cuales pueden verse distribuidos en otras tantas librerías del territorio español. Sabemos que, en medio de las circunstancias que rodean el ambiente taurino catalán, aún a pesar de ese inconveniente, el tema taurino no se ha desligado y resulta de interés mercadotécnico, lo cual debe derivar de un análisis sustentado en lectores potenciales que demandan este tipo de obras. Puede observarse que en ese conjunto de casi 30 libros los temas pueden ser variables, destacando aquellos que poseen un contenido de alto valor literario como “Filosofía de las corridas de toros”, de Francis Wolff, “El discurso de la corrida”, de Francois Zumbiehl, “¿Qué es torear?”, de Gregorio Corrochano, la reedición de “Los arquitectos del toreo moderno” de José Alameda, “Ritos y símbolos en la tauromaquia” de Patricia Martínez de Vicente o una auténtica novedad: “Minotáurica”, obra de la mexicana Natalia Radetich Filinich, la cual resultó ser finalista en el premio Ensayo Taurino “Muletazos” hace poco más de un año.

libro minotauricas

“EL GESTO JUSTO” PRIMER PREMIO DE ENSAYO TAURINO DE EDICIONS BELLATERRA. 22 de octubre. [en línea], 2014, http://www.opinionytoros.com/noticias.php?Id=49120 [consulta: 26 de octubre de 2014]

   Sin embargo, y como decía la vieja canción –adaptada por supuesto-, “…también en México hace aire” en torno a publicaciones taurinas salidas en el curso de este 2014 que aún no termina. Allí están el más reciente trabajo de Heriberto Murrieta: “Diez años de columnas taurinas”, de Alfonso Pérez Romo es “Rafael Rodríguez, el sentido profundo del toreo”. También se le ha dado difusión a un disco compacto que reúne poesía de Fernando Ibarra Favela y que se llama “Toros y letrillas” (Vol. I), o el libro “Soñadores de gloria” coordinado por Oskar Ruizesparza. Ahora bien, me permito hacer una acotación personal, sobre todo a partir de un afortunado acuerdo, contando para ello la gentileza del propio Oskar Ruizesparza, quien desde noviembre de 2012 puso a mi disposición su portal de internet “Mexicomío.com” y desde entonces, mes a mes, se han venido publicando 22 libros electrónicos de mi autoría.

PANTALLA MÉXICO MÍO.BIS

“MÉXICO MÍO. EDITORIAL”. Octubre. [en línea], 2014, http://www.mexicomio.com.mx/ [consulta: 26 de octubre de 2014]

    Quiero compartir con ustedes esos 22 títulos, para lo cual presento la ficha y la liga con objeto de que los interesados puedan acceder a tan amplio abanico de posibilidades, reiterando que se trata de libros electrónicos, en virtud de que hasta el momento no hemos podido encontrar una solución concreta a nuestras aspiraciones, pero tenemos muy claro que tal propósito, al alcance de gente sensible, se materializará.

   Aquí la relación:

 -En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se ha puesto en marcha desde el 30 de noviembre de 2012 la presentación del libro electrónico: Las corridas de toros entre Independencias y Revoluciones. Una revisión histórica (452 p. Ils., fots., grabs. Las fotografías que van de la página 430 a la 441, pertenecen a Oskar Ruizesparza), que puede consultarse en la siguiente liga: http://www.mexicomio.com.mx/pages/dig_coello.html

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 14 de enero de 2013 el título, como libro electrónico: ILUSTRADOR TAURINO MEXICANO (Primera parte). 185 p. Fots., ils., grabs. Puede consultarse en la siguiente liga:

http://www.mexicomio.com.mx/pages/gran_plum/dig.php?lbr=c3

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 14 de febrero de 2013 el título, como libro electrónico: GLOSARIO y DICCIONARIO TAURINO. 114 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga:

http://www.mexicomio.com.mx/pages/gran_plum/dig.php?lbr=c4

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 14 de marzo de 2013 el título, como libro electrónico: REVELANDO IMÁGENES TAURINAS MEXICANAS. 148 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga:

http://www.mexicomio.com.mx/pages/gran_plum/dig.php?lbr=c5

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 14 de abril de 2013 el título, como libro electrónico: EFEMÉRIDES TAURINAS NOVOHISPANAS (PRIMERA SERIE). 146 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga:

http://www.mexicomio.com.mx/pages/gran_plum/dig.php?lbr=c6

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 8 de mayo de 2013 el título, como libro electrónico: APORTACIONES HISTÓRICO-TAURINAS MEXICANAS. EDITORIALES 2010 – 2011. 118 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga: http://www.mexicomio.com.mx/pages/gran_plum/dig.php?lbr=c7&from=coe

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 14 de junio de 2013 el título, como libro electrónico: APORTACIONES HISTÓRICO-TAURINAS MEXICANAS. DEL ANECDOTARIO TAURINO MEXICANO. 2010 – 2013. 124 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga:

http://mexicomio.com.mx/pages/gran_plum/dig.php?lbr=c8&from=coe

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 14 de julio de 2013 el título, como libro electrónico: APORTACIONES HISTÓRICO-TAURINAS MEXICANAS N° 115: DE FIGURAS, FIGURITAS y FIGURONES. 2010 – 2012. 265 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga:

http://mexicomio.com.mx/pages/gran_plum/dig.php?lbr=c9&from=coe

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 14 de agosto de 2013 el título, como libro electrónico: APORTACIONES HISTÓRICO-TAURINAS MEXICANAS N° 116: EL ARTE… ¡POR EL ARTE! (2010 – 2013). 85 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga: http://mexicomio.com.mx/pages/gran_plum/dig.php?lbr=c10&from=coe

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 14 de septiembre de 2013 el título, como libro electrónico: APORTACIONES HISTÓRICO-TAURINAS MEXICANAS N° 117: MUSEO-GALERÍA TAURINO MEXICANO (2010 – 2012). 95 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga:

http://mexicomio.com.mx/pages/gran_plum/dig.php?lbr=c11&from=coe

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 14 de octubre de 2013 el título, como libro electrónico: APORTACIONES HISTÓRICO-TAURINAS MEXICANAS N° 1. SERIE: CURIOSIDADES TAURINAS DE ANTAÑO EXHUMADAS HOGAÑO, 1 (2013). 115 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga:

http://mexicomio.com.mx/pages/gran_plum/dig.php?lbr=c12&from=coe

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 27 de noviembre de octubre de 2013 el título, como libro electrónico: APORTACIONES HISTÓRICO TAURINAS MEXICANAS N° 119. CURIOSIDADES TAURINAS DE ANTAÑO EXHUMADAS HOGAÑO N° 1. (PRIMERA SERIE, 2012). 146 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga: http://mexicomio.com.mx/pages/gran_plum/dig.php?lbr=c13&from=coe

PANTALLA MÉXICO MÍO_PRIMEROS DOCE

Los primeros doce títulos.

 -En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 14 de enero de 2014 el título, como libro electrónico: APORTACIONES HISTÓRICO TAURINAS MEXICANAS N° 113. (EDITORIALES 2012). 162 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga:

http://mexicomio.com.mx/html/libros.php?f=4775434/6621327&cat=c

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 19 de febrero de 2014 el título, como libro electrónico: APORTACIONES HISTÓRICO TAURINAS MEXICANAS N° 113. (EDITORIALES 2013). 290 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga: http://mexicomio.com.mx/html/libros.php?f=4775434/6777999&cat=c

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 9 de marzo de 2014 el título, como libro electrónico: APORTACIONES HISTÓRICO TAURINAS MEXICANAS N° 61. ILUSTRADOR TAURINO (SEGUNDA PARTE). 149 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga:

http://mexicomio.com.mx/html/libros.php?f=4775434/7038305&cat=c

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 15 de abril de 2014 el título, como libro electrónico: APORTACIONES HISTÓRICO TAURINAS MEXICANAS N° 109. DE FIGURAS, FIGURITAS y FIGURONES (/TERCERA SERIE). SOBRE RODOLFO GAONA, A LOS 89 AÑOS DE SU DESPEDIDA (1925-2014). 225 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga: http://mexicomio.com.mx/html/libros.php?f=4775434/7466450&cat=c

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 14 de mayo de 2014 el título, como libro electrónico: APORTACIONES HISTÓRICO TAURINAS MEXICANAS N° 109. ANUARIO DE AVISOS, CARTELES y NOTICIAS TAURINOS MEXICANOS. (AÑO DE 1852). 140 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga: http://mexicomio.com.mx/html/libros.php?f=4775434/7855065&cat=c

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 14 de junio de 2014 el título, como libro electrónico: APORTACIONES HISTÓRICO TAURINAS MEXICANAS N° 2. CURIOSIDADES TAURINAS DE ANTAÑO, EXHUMADAS HOGAÑO y OTRAS NOTAS DE NUESTROS DÍAS N° 2. 150 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga:

http://mexicomio.com.mx/html/libros.php?f=4775434/8250273&cat=c

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 14 de julio de 2014 el título, como libro electrónico: APORTACIONES HISTÓRICO TAURINAS MEXICANAS N° 115. DE FIGURAS, FIGURITAS y FIGURONES. SEGUNDA SERIE. 164 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga:

http://mexicomio.com.mx/html/libros.php?f=4775434/8661775&cat=c

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 14 de agosto de 2014 el título, como libro electrónico: APORTACIONES HISTÓRICO TAURINAS MEXICANAS N° 119. CURIOSIDADES TAURINAS DE ANTAÑO EXHUMADAS HOGAÑO (SEGUNDA SERIE, 2013-2014). 191 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga:

http://mexicomio.com.mx/html/libros.php?f=4775434/8954482&cat=c

PANTALLA MÉXICO MÍO_LOS OTROS DIEZ

Los últimos diez títulos publicados hasta el 14 de octubre de 2014

 -En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 14 de septiembre de 2014 el título, como libro electrónico: APORTACIONES HISTÓRICO TAURINAS MEXICANAS N° 125. CURIOSIDADES TAURINAS DE ANTAÑO EXHUMADAS HOGAÑO, Y OTRAS NOTAS DE NUESTROS DÍAS 50. 1621 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga: http://www.mexicomio.com.mx/html/libros.php?f=4775434/9293938&cat=c

-En labor conjunta con Oskar Ruizesparza, responsable de la página de internet “México mío. Editorial” (http://www.mexicomio.com.mx/), se publica, a partir del 14 de octubre de 2014 el título, como libro electrónico: APORTACIONES HISTÓRICO TAURINAS MEXICANAS N° 137. CURIOSIDADES TAURINAS DE ANTAÑO EXHUMADAS HOGAÑO, Y OTRAS NOTAS DE NUESTROS DÍAS 61. 119 p. Ils. Puede consultarse en la siguiente liga: http://www.mexicomio.com.mx/html/libros.php?f=4775434/9717671&cat=c

    Oskar y quien suscribe estamos convencidos que dicha apuesta también posee el valor en tanto libros que ya tienen una presencia, al menos en su expresión digital, por lo que seguiremos realizando lo que se ha venido concibiendo como una “labor conjunta”.

   Desde aquí, agradezco ese apoyo desinteresado de Oskar Ruizesparza que, de no haberlo manifestado en un momento preciso, no creo que hubiera encontrado ninguna otra opción, por lo que ha sido más que aprovechada. Ojalá que las presentes notas sirvan para que los lectores de este blog, se acerquen a “México mío.com” con objeto de que conozcan no sólo estos títulos. También los hay de Federico Garibay Anaya, Jorge de Jesús Glison y Valente Arellano padre.

   Sirva todo lo anterior como forma de difusión a ciertas obras que, pareciendo marginales no tienen esa carga desafortunada, por el solo hecho de que ya se encuentran integradas en un portal de internet, lo que las hace mucho más accesibles, sobre todo entre lectores que cada vez más, utilizan la computadora como un medio de información y conocimiento.


VIEJOS CARTELES TAURINOS DECIMONÓNICOS. XI

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MINIATURAS TAURINAS.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

 XI

MINIATURAS TAURINAS11

Aviso. MAGNÍFICA Y HERMOSA FUNCIÓN DE TOROS EN LA PLAZA DE S. PABLO, Para el domingo 9 de febrero de 1851.

   Nada es más natural y decente, que ser agradecido.

   Poseída la empresa de esta plaza de tan recomendable cualidad, ha oido con mucho placer la solicitud de infinitos individuos para que se repita la suntuosa función que se verificó la tarde del día 26 del pasado Enero en celebridad de la instalación del Excmo. Ayuntamiento; cuyo pedido hacen por virtud de que sus atenciones no les permitieron concurrir a disfrutar de una función tan hermosa como brillante. En esta inteligencia, el asentista ha tomado las providencias más activas a cualquier costo y sin alterar los precios de entrada, con el fin de que la pretensión sea obsequiada, satisfaciendo sus deseos, pues de esta manera se persuade que corresponde en parte a la muchísima bondad que le dispensa el generoso vecindario de esta capital.

PROGRAMA DIVERTIDO DE LA FUNCIÓN

   A las dos de la tarde se abrirán las puertas de la plaza; a las tres se situarán en su exterior los profesores músicos para tocar varias sonatas que divertirán con anticipación a los dignos concurrentes, hasta el momento en que de principio la corrida.

   La agradable sorpresa que

DOS REDOMAS ENCANTADAS

Causaron a la concurrencia, tendrá lugar la tarde de hoy, por salir de ellas UN ENANO, UN SOLO, UNA DIABÓLICA FIGURA, UN NEGRO Y UN GRAN PATO. Estas estrambólicas figuras, ejecutarán con el bravo toro embolado, que al efecto se les echará, varias y divertidas travesuras que harán reir a los espectadores; siendo el fin de esta jocosa invención, la

TERRIBLE LUCHA DEL TORO CON EL OSO.

   Los demás intermedios se cubrirán con los toros que están preparados para el COLEADERO.

   LA PLAZA SE ADORNARÁ E ILUMINARÁ CON MAGNIFICENCIA, para que el espectáculo tengan la brillantez que corresponde. Acto continuo y por fin de la función, los hábiles piroctenicos mexicanos del barrio de San Pablo, tienen dispuesto un grande aparato de FUEGOS ARTIFICIALES que a su vez iluminando con sus hermosas y variadas relucientes luces, presentarán vistosas y agradables perspectivas a la concurrencia, sin omitir en tan bello aparato, las bombas marquesas de la lucida lluvia de oro como los cohetes iluminadores imitando a la Congreve.

   Precios de entrada, los de la función anterior.

   Dará principio a las cuatro de la tarde.

Fuente: colección del autor.


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