CURIOSIDADES TAURINAS DE ANTAÑO EXHUMADAS HOGAÑO.
POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
EL COLMILLO PÚBLICO, D.F., del 10 de septiembre de 1903, p. 7:
DON TANCREDO Y SOCIOS.
¡Qué becerrada tan tosca
La de Carlos Obregón!…
Don Tancredo se hizo rosca,
Y encabezaron la mosca
Julio Segarra y Gaszcón.
Sale pisando la arena
En flaco rucio alazán,
Don Eduardo Arozamena…
El ronco clarín resuena
Y la murga echa el Can… cán.
Grita el público muy hondo
Arrojando sus sombreros,
Y salen, de dos en fondo,
Los nietos de Gavilondo
Vestidos de panaderos.
Ajitan entusiasmadas
Las reinas los abanicos;
Se oyen cien mil carcajadas,
Y una lluvia de miradas
Cae sobre esos pericos.
Sobre el toril arremete
El torilero que soba
Los moños de rehilete.
Y sale el primer torete
Con más hambre que una loba.
Escardó y Leopoldo Gil,
Con trancas descomunales,
Le dan una entrada vil
De puyazos de albañil
A Don Toribio Grajales.
Y DonToribio que es ducho
Y siente los atracones,
Les da, sin trabajo mucho,
Un tango de capirucho
Con su copla de pitones.
Llega el capeo… ¡qué capeo!
¡Qué navarras!… ¡qué verónicas!
Qué Judas!… ¡qué Cirineo!…
Fue aquello un batiboleo
Digno de ocupar cien crónicas.
Qué pares de banderillas
De Arzamendi y Pardavé!
Por el lomo… en las costillas…
En la cola… en las canillas…
Y en la… resérvese usté!
Obregón sacude el trapo,
Y lo pesca a piernas juntas
El bicho, y le da un sopapo…
Tal vez creyendo el muy guapo
Que estaba en “Toros de Puntas”.
Para cortar el enredo,
Sale el famoso Morales
A fungir de Don Tancredo,
Y parece sobre el ruedo
Muñeco de a veinte reales.
¡Qué pifia! ¡qué cuchilladas
En corchea y en sí bemol!
¡Qué brincos!… ¿qué revolcadas!
¡Qué gritos y carcajadas
Tanto en sombra como en sol!
Y por compasión propongo
Que no peguen otra lata…
Mejor que les den mondongo
Las que cantan el Morrongo
Aunque metiendo la pata.
EL PUNTILLERO.
EL COLMILLO PÚBLICO, D.F., del 22 de noviembre de 1903, p. 10:
PITONES Y COLETAS.
Ramón López, alias Latas,
da el camelo al populacho,
anunciando a un “mamarracho”
y correteando seis “ratas”.
Hasta levantó las patas
“Bebé” con su “gran toreo”,
pues le dieron tal “meneo”
a ese diestro de ¡jindama”,
que hasta con su pobre “máma”
lo mandaron a paseo.
“Macaco”, el Zorpilotito,
“paese” que salió garrote,
pues que toreó “zorpilote”
en lugar de berreguito:
Con razón el muy maldito
se ciñó hasta los pitones…
Pero no nos dan canciones,
que conocemos el arte.
a echar pulgas a otra parte!
no somos “villamelones!”
Si quiera con los carneros
se va arriesgando el pellejo;
pero el toreo a la Mesejo
es propio de curanderos…
Si son deveras toreros
los que nos trae Don Ramón,
¿por qué entonces de un jalón
no les echan elefantes
a esos Quijotes andantes,
sino un mísero “mamón”?
Si continua el empresario
de toros haciendo el timo
y vienen buscando arrimo
los del timo estrafalario,
será justo y necesario
mandarlos apergollar…
Y los que van a ensalzar
a tan torpes “jindamones”
que se den veinte sentones
en la de San Baltazar!
EL CORREO DE MÉXICO, D.F., del 16 de septiembre de 1867, p. 3:
NO MAS TOROS.-¿Por qué no se dan al pueblo espectáculos que lo instruyan, en vez de las escenas del tiempo del retroceso y los virreyes? No más toros.-La civilización rechaza los espectáculos de sangre: no más sangre, tinta en vez de sangre; ilustración y no barbarie; educación al pueblo: diversiones que hablen a su inteligencia y no a sus sentidos, artes útiles en lugar de mojiganga; periódicos en vez de banderillas; el cincel y no el puñal del carnicero. La veterinaria y la ley sobre el trato a los animales útiles, en vez de la risa por la horrible agonía de un caballo indefenso. El teatro por los toros. El teatro a precio ínfimo para el público. Enseñar a pensar y no a matar. Moralizar en vez de corromper.
EL CORREO DEL LUNES, D.F., del 11 de diciembre de 1882, p. 6:
EN PLENA BARBARIE.
Nos aseguran que las corridas de toros de Cuautitlán transcurren en el más completo desorden. Los borrachitos saltan la valla y se meten a capotear, con riesgo inminente de perder el pellejo. La policía, no corta esos actos repugnantes y los espectadores aplauden a rabiar.
Agreguen ustedes a esto ¡los licores! la multitud ebria, las riñas, &c., &c. y se tendrá una idea de lo que pasa en Cuautitlán.
Estamos seguros de que si el gobernador Zubieta tuviera conocimiento de esos escándalos, retiraría la licia de ese espectáculo bárbaro.
¿Lo hará?
LA CRÓNICA, D.F., del 18 de septiembre de 1886, p. 2:
En nuestro clásico país de Pan y Toros, cuanto se relaciona con el llamado arte taurómaco interesa vivamente. El proyecto de celebrar algunas corridas de toros nocturnas, iluminando la plaza con grandes focos de luz eléctrica, entusiasmó a muchos, se hicieron las gestiones necesarias, adquiriéndose los aparatos, y cuando iban a verificarse, la autoridad niega el permiso.
¡Cuántas esperanzas defraudadas!
¡La novedad atrae con tan irresistible encanto!
Nosotros, por nuestra parte, confesamos que no lo sentimos.
Para avergonzarnos ante los extranjeros ya basta y sobra, con las corridas a plena luz. No hay necesidad de más.
LA CUCHARA, D.F., del 15 de noviembre de 1864, p. 5.
VERACRUZ. CAPITANÍA DEL PUERTO. Día tantos de tantos. Vapor mercante Fort; su cargamento (…)
100 volúmenes que tratan de la sensibilidad de las mujeres; por el célebre Lamartine, para el uso de las señoritas mexicanas que van a los toros.
EL AHUIZOTE, D.F., del 21 de diciembre de 1912: Cartel. Plaza de toros “El Toreo”. 9ª corrida de la temporada. Domingo 22 de diciembre de 1912.
Manuel Mejías “Bienvenida”, Francisco Martín Vázquez y Merced Gómez con 6 toros de San Diego de los Padres.
EL AHUIZOTE, D.F., del 28 de diciembre de 1912: 10ª corrida de la temporada. Domingo 29 de diciembre de 1912. “Morenito de Algeciras”, Luis Freg y Merced Gómez con 6 toros de San José Atlanga.
LA BANDERA DE JUÁREZ, D.F., 23 de diciembre de 1872, p. 3:
SOBRE TOROS.
Dice un periódico de Puebla:
En la última corrida nos dicen que ocurrió una de aquellas escenas risibles y al mismo tiempo peligrosas, que lleva consigo la diversión predilecta trasportada de España a la virgen América. Uno de los toros de más fuerza y audacia, salvó la barrera y paseó por las graderías del redondel, en donde no dejó de haber sus estragos y derribados, hasta por un hombre forzudo sujetó de las astas al bicho dominándolo con su fuerza; entusiasmado el público, pidió que le dieran el animal, y se lo dieron, así como varias galas.
EL ALDEANO, SALTILLO, COAHUILA, del 24 de enero de 1905, p. 2:
UNA FIESTA QUE IGUALA.
Toro y torero
Y es el peor modo
De gastar dinero.
Al ver lidiar unos toros
Acto bárbaro y cruel,
El pueblo marcha en tropel
Cantando como los toros.
Libre, feliz y sin penas
Se estima en sus ilusiones
Y no ve los eslabones
Que esto añade a sus cadenas.
Desde el duque al menestra,
Se cuentan, triunfan y gozan,
Y alegres todos destrozan
El bien, y traen el mal.
Dejan las ciencias, las artes,
Y con bulla y malos dichos
A ver matar unos bichos
Acuden de todas partes.
Llegan: invaden la plaza
Bajo un sol achicharrante.
Y sin perder un instante,
En blasfemar se dan traza.
Con modales no decentes,
Y trajes abigarrados,
Puestos de pie o sentados
Todos gritan impacientes.
Allí no hay grados ni clases,
Ni respeto al bello sexo,
Sólo se nota el exceso
De descomedidas frases.
El noble, el rico y el rata,
Sin remilgos, y compactos
Sin conciencia de sus actos,
Esperan su fiesta grata.
Luego sale un alguacil,
Aplaudido por la gente,
A quien tira el Presidente,
Los llavines del toril.
Después suenan los timbales
Y aparece la cuadrilla,
Y al son de la musiquilla
Se da principio a los males.
Tierno, gozoso y ufano
El picador sin más tregua,
Montado en una yegua
Embiste garrocha en mano.
La pica clava en la fiera,
Esta da muerte al caballo,
Y el picador de soslayo
Cae de cualquier manera.
Después del banderillero
Lo estoquea el matador,
Y rindiéndolo el dolor
Lo remata el puntillero.
Todos… (dejemos el nombre)
Se gozan en la agonía
De un animal que Dios cría
Para el provecho del hombre.
Acto cruel; negro vicio,
Es el matar sin provecho
A un animal que fue hecho
Para nuestro beneficio.
¿Cómo puede placentero
El pueblo ver sin desdoro
Que un caballo mate un toro
Y un toro mate un torero?
¿Qué ventaja, qué cultura,
Qué adelanto representa
Un acto que nos afrenta
Lleno de saña y locura?
Nada se alcanza con leyes
Que permitan tales males:
Hay, pues, fiestas morales,
Menos toros y más bueyes.
Deja esa fiesta de moros.
No tardes, que el tiempo vuela,
Y pon siquiera una escuela
En cada plaza de toros.
J. PALOMO.
NOTA IMPORTANTE: La reproducción de portadas que corresponden a los periódicos que ilustran el presente material se deben a la búsqueda realizada en la página: HEMEROTECA NACIONAL DIGITAL DE MÉXICO, salvo la de El Colmillo Público la cual procede del blog denominado: http://lacaricaturaygrabadoenmexico.blogspot.mx/2011/11/1867-1910.html
